El SAV lleva 30 años trabajando con las víctimas para convertir el sufrimiento en un "dolor soportable"

Bilbao

El año pasado se denunciaron en Euskadi 24.000 delitos, veintisiete por cada mil habitantes según datos de la Ertzaintza. El Servicio de Atención a las Victimas atendió como consecuencia de ellos a 2.829 personas, de las que el 85 % fueron mujeres, en su mayoría víctimas de violencia de género y de delitos contra la libertad sexual. De ellas 1.220 ya estaban siendo asistidas desde años anteriores.

La gran mayoría de los expedientes tramitados, 1.870, fueron por violencia de género, seguidas de las víctimas de violencia intrafamiliar, con 530 casos; los delitos contra las personas, 413; los delitos contra la libertad sexual, 366; los robos, 93;, y los accidentes de tráfico, que fueron 7 casos. Dos terceras partes de las víctimas atendidas por el SAV tienen entre 18 y 50 años. Por territorios 923 de los nuevos casos se abrieron en Bizkaia, 420 en Gipuzkoa y 266 en Álava.

El SAV ha celebrado hoy en Bilbao su treinta aniversario, que tuvo que ser suspendido el año pasado por la pandemia, con un acto en el Palacio de Justicia presidido por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal y el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Iñaki Subijana. El Servicio de Atención a las Víctimas cuenta con cuatro centros repartidos por los tres territorios vascos en los que trabajan 15 profesionales; abogados, psicólogos, trabajadores sociales y administrativos. El 43 % de los usuarios llegan a él por recomendación de los juzgados, el 15 % por iniciativa propia, y el 11 % por indicación de la Ertzaintza.

Con motivo de este aniversario, la cadena SER Euskadi ha emitido desde allí un programa especial de "La Ventana Euskadi", en el que se ha puesto el foco en las víctimas y en el acompañamiento y asesoramiento integral que les ofrece este servicio y en el que hemos podido escuchar a sus responsables y a algunas de las víctimas a las que han atendido, entrevistados por Eva Domaika.

Lourdes Lorente, trabajadora social del SAV explica que es un servicio publico, universal y gratuito que atiende a todas las personas victimizadas y que se ha convertido en un espacio de referencia. Según explica "Nadie desea ser una victima. Es algo desagradable y que altera de forma extraordinaria la vida de las personas, pero una vez que está hecha la herida no se puede volver atrás" y lo que tratamos es de "iluminar un camino y acompañar a estas personas para su recuperación y rehabilitación a todos los niveles.

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El gerente del Instituto de Reintegración de Euskadi, el jurista Juan Luis Fuentes, que lleva trabajando en el SAV más de 15 años, recuerda que el cambio de perspectiva respecto a las víctimas surgió hace años a partir de la experiencia de personas que trabajaban en Cataluña o Valencia, en algunos casos con toxicómanos, y que se convirtieron en referente para otras comunidades autónomas.

Nekane fue víctima de una agresión en el año 2015, aunque pasaron varios meses hasta que recibió ayuda psicológica. “Lleva tiempo darse cuenta de la realidad”, ha explicado en ‘La Ventana Euskadi’, “te da miedo salir a la calle, todo viene a la vez y no entiendes lo que está pasando”. En su caso, el protocolo fue distinto al de violencia de género, en el que no recibió ningún tipo de orientación o asesoramiento psicológico, un problema “del que tu misma no eres consciente en ese momento”. Según explica; “Lo que más te traumatiza es que piensas que te van a creer, y el trato no fue así”, hasta acudir al SAV. “Te sientes creído, que no es poco”.

Para Yoana Niebla, la hermana de Asier, el joven al que un hombre mató de un puñetazo por estar hablando con su expareja hace cuatro años, una experiencia así no se supera. “Estoy con la misma tristeza desde el primer día”. El SAV, “ha ayudado muchísimo, a mí y a mi madre”. Tras pasar por el servicio “todas las mañanas me repito las palabras ‘la rabia solo me hace daño a mí’, es algo en lo que me han ayudado”. A través del servicio, también tuvieron la oportunidad para ver un juicio similar al de su caso, y prepararse para ello. “Fue mi hermano mayor el que nos dijo de acudir, realmente ha sido un acierto”.

En su discurso durante el acto celebrado hoy, la consejera Artolazabal ha destacado que el SAV fue un servicio "pionero" en Estado español y que en sus 31 años de funcionamiento ha asistido a más 55.000 víctimas. "El SAV da apoyo profesional para lograr que el sufrimiento paralizante se convierta en un dolor soportable para seguir viviendo, sin olvidar, pero pasando página para salir del bucle infinito del sufrimiento, según ha dicho Artolazabal. La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales ha explicado que la condición de víctima no puede convertirse en "una etiqueta permanente" y esto es lo que el SAV trata de evitar. "Es una herramienta restauradora clave para nuestras políticas públicas, que ponen a la víctima en el centro de todas nuestras atenciones frente a un sistema judicial garantista para el acusado pero "poco empático hacia las víctimas".

El presidente del TSJPV, Iñaki Subijana, ha incidido en esta idea al resaltar que en estos 30 años el sistema judicial ha pasado de estar centrado en el Estado y el acusado a atender también a la víctima, que hasta ahora solo tenía el papel de ser una "fuente de prueba" en los procesos. En su opinión, se ha creado una "forma distinta de impartir justicia" que atiende también a las necesidades de las víctimas y trata de evitar su "victimización secundaria". "En este nuevo escenario la aportación del SAV es esencial y contará con la complicidad activa de esta Presidencia y de la Sala de Gobierno" según ha declarado Subijana.

En el marco de esta celebración se ha reconocido también públicamente al jurista del SAV Antonio José Perdices por su "implicación y compromiso" con las víctimas.