Investigan un dron que sobrevoló anoche la prisión de Alhaurín de la Torre

Málaga

Ocurrió este lunes sobre las once de la noche. Los funcionarios de guardia en la prisión provincial de Alhaurín de la Torre (Málaga) vieron como un dron sobrevolada uno de los módulas de la cárcel. No suele ser habitual ver uno de estos aparatos recorriendo el espacio justo encima de la prisión. Se sospecha que se pretendía usar para depositar sustancias estupefacientes o un teléfono móvil en el interior de la cárcel según han confirmado a la SER fuentes penitenciarias.

Los funcionarios solo vieron como sobrevolaba el recinto hasta que terminó desapariciendo. A partir de este momento se estableció un dispositivo de control en todos los módulos para analizar si el dron pudo introducir y depositar algúna sustancia o material. Las mismas fuentes señalan que no se llegó a localizar nada. Igualmente se realizón una detallada inspección en el perímetro de la prisión provincial para intentar localizar el dispositivo así como a quien podría estar controlando, desde el exterior, su manejo.

Instituciones Penitenciarias asegura que se esta analizando lo ocurrido y no ofrece más detalles. El uso de estos aparatos ha empezado a proliferar en algunas prisiones españolas. El pasado tres de enero, la Guardia Civil localizó un dron que había servido para intentar introducir en la cárcel de Ceuta hachís y teléfonos móviles.

Los agentes pudieron hacerse con el elevador cuando se precipitó al vacío, así como recuperar dos cargas de hachís que alcanzaron un total estimado de 600 gramos y tres teléfonos móviles de pequeño tamaño que cayeron en un vial de la prisión donde normalmente no hay internos. El 'narcodrón' había realizado dos viajes y fue en el segundo cuando se interceptó, impidiéndose que la droga y los teléfonos pudieran llegar a manos de internos de la cárcel de Mendizábal.

Desde la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones, Rafael Paniza, secretario de Relaciones Institucionales, advierte que "venimos denunciando el deterioro, la denostación de la Institución Penitenciaria desde hace muchos años, alcanzando su punto más álgido con el actual Gobierno y Ministro de Interior de quien dependemos".

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Paniza recalca que "mientras las personas privadas de libertad buscan la manera de burlar las medidas de seguridad utilizando las nuevas tecnologías, seguimos inmersos en la obsolescencia más absoluta. No cabe la menor duda que de ser así sería un hecho muy grave no siendo la primera vez como parece ser ya ocurrió en 2018. Lo que pasa dentro de un centro penitenciario no solo afecta a los profesionales que realizan su trabajo dentro del mismo, afecta también a nuestros administrados, muchos de ellos quieren aprovechar la oportunidad que les ofrece la Institución para resocializarse".

"Si nuestros dirigentes en lugar de estigmatizarnos, criminalizarnos y poner en duda la realización de nuestro trabajo, empatizaran con los profesionales que tienen a su cargo y ofrecieran todas las garantías legales, materiales y el apoyo Instucional necesario seguramente nuestra labor se realizaría con muchas más garantías" asegura el integrante de la asociación profesional. "Dirigentes que no saben lo duro hostil, penoso y difícil que es trabajar en un centro penitenciario. De nada sirve denunciar continuamente las carencias y problemas del colectivo si hacen oídos sordos a nuestras demandas" concluye Paniza.