'Nos terminaremos contagiando todos', por Pepe Belmonte

Murcia

Desde hace meses, lo viene anunciando Margarita del Val, que, además de prestigiosa viróloga, de fama mundial, es persona sabia y sensata, de las que saben lo que se dicen: antes o después, nos terminaremos contagiando todos de la Covid, por lo que nos conviene estar vacunados para hacer frente a la enfermedad y, en caso de infección, que la soportemos de la manera más benévola posible.

Y por esa misma regla de tres, a un servidor, a pesar de haber sido cuidadoso, a pesar de haber observado, escrupulosamente, las normas y recomendaciones de los que entienden de este asunto, se ha contagiado, ha sufrido el virus en sus propias carnes y ha podido pasar el trago sin grandes sufrimientos, en casa, encerrado, conectado al trabajo y al mundo desde su ordenador, como manda el protocolo.

Gracias a los centenares de mensajes recibidos de, como diría el gran Josep Pla, amigos, conocidos y saludados. De gente con la que nunca he tenido trato que, desde las redes sociales, me ha dado ánimos y me ha ayudado a hacerme más agradables estos días de prisión preventiva.

Y mil gracias, sobre todo, a la bendita vacuna que, sin ella, a mi edad, cumplidos los sesenta –aunque bien llevados, todo hay que decirlo–, hubiera tenido, a buen seguro, peores consecuencias y mayores secuelas.

Sin ella, sin la vacuna contra la maldita Covid, es posible que hoy, lunes, 27 de diciembre, en plena Navidad, que aprovecho para felicitarles, no les hubiera podido contar esta historia.

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Pepe Belmonte