Euskadi extiende el Canon del Agua a todos los consumidores
A partir del 1 de enero, el impuesto grabará toda captación superior a los 200 metros cúbicos anuales
El canon grabará las captaciones de agua para riego / GETTY IMAGES
Vitoria
Euskadi estrenará con el nuevo año un Canon del Agua diferente, que llegará directa o indirectamente a todos los consumidores. No habrá apenas exenciones y el impuesto pasará a cobrarse por el agua detraída de ríos, pozos o manantiales y no por el consumo como hasta ahora.
De esta forma, empezarán a pagar este tributo ecológico las entidades suministradoras como el Consorcio de Aguas, Amvisa o Aguas del Añarbe y con ello, directa o indirectamente todos sus clientes, además de agricultores, ganaderos, industrias y particulares que capten directamente del medio más de 200 metros cúbicos anualmente.
"Cambia el hecho imponible que antes era el consumo de agua realizado y ahora es la detracción de agua del medio o la entrada de agua en Euskadi" explica Anabel Montilla, responsable de concesiones de la Agencia Vasca del Agua.
El nuevo reglamento aprobado el pasado mes de noviembre establece una aplicación gradual del tipo de gravamen, hasta alcanzar en 2024 los tres céntimos de euro por metro cúbico. En 2022 y 2023, será de 0,02 y 0,025 euros respectivamente.
"No es una cantidad exagerada, excepto para los grandes consumidores que tendrán que hacer todo lo posible para reducir el agua detraída del medio, controlando las pérdidas en la red o reutilizando el agua" defiende esta responsable de URA.
Las zonas rurales están entre las más afectadas, aunque URA contempla bonificaciones de hasta el 90% para agricultores y ganaderos, que asumen con cierta resignación el cambio en el impuesto porque "era cuestión de tiempo".
"La gente tira en muchos casos de sondeos particulares porque las propias administraciones no cumplen su función de suministrar agua y no porque sea más caro o más barato sino porque no hay nadie más que les suministre. Una gota más en la marea que tenemos encima", asegura Xabier Iraola de ENBA
URA calcula que la reformulación de este impuesto ecológico permitirá ingresar unos 7 millones de euros anuales, frente a los 2,5 millones actuales, que se invertirán en la "restauración" de las masas de agua y compensar así el "daño causado", defiende Montilla.
