València emplea una técnica pionera para proteger los ficus monumentales
Se ha conseguido la monitorización de las raíces de un ficus de la Glorieta y después de 6 años se ha conseguido que se adentre en la tierra, el que dará más estabilidad a este ejemplar
Valencia
La ciudad de València cuenta con 24 ejemplares de higuera australiana, uno de los árboles más grandes de la ciudad y que, algunos de ellos, cuentan con un siglo de edad. El Ayuntamiento de València inició en julio una serie de actuaciones en quince de ellos para conservar estos ejemplares. Así, el consistorio ha intervenido el ficus monumental del Parterre para que una de sus raíces aéreas llegue al suelo y así aumentar su estabilidad, según ha explicado este lunes el vicealcalde Sergi Campillo.
El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Ecología Urbana, ha puesto en marcha una “experiencia pionera en València, y tal vez la única en España”, para proteger los ficus monumentales, que incluye trabajos de arboricultura y una parte divulgativa. Campillo ha explicado que se ha conseguido “con éxito” la monitorización de las raíces de un ficus de la Glorieta “y después de 6 años se ha conseguido que se adentre en la tierra, el que dará más estabilidad a este ejemplar”. La técnica ahora se desarrollará con otros ejemplares.
Sergi Campillo (vicealcalde): "Hemos favorecido la raíz aérea para que llegase hasta el suelo"
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Respecto a los trabajos de mantenimiento, que se están realizando en 15 de los 24 ejemplares de higueras australianas, “son muy espectaculares y específicos, porque se utiliza un instrumental muy avanzado para controlar la evolución de los ficus y un equipo de escaladores para tratar los árboles desde el tronco hasta la copa”.
Los ficus monumentales, también conocidos como higueras australianas, viven a su medio natural sobre otra planta y enrollan las raíces a su alrededor para desarrollarse. Esto implica que las raíces crecen hacia bajo y, una vez tocan el suelo, aceleran su avance. “Con el tiempo, las raíces se unen para formar un tronco que, finalmente, estrangula y seca el huésped para pasar a ser un árbol independiente. Ahora bien, estas raíces aéreas continúan desplegándose para soportar el peso de las ramas y aumentar la absorción del agua y las sales minerales de todo el ejemplar», ha detallado el vicealcalde Campillo en una visita a los trabajos que se desarrollan en los ficus de la Glorieta.
Con esa idea, en febrero de 2016, en uno de los ficus de la Glorieta, se eligieron dos raíces aéreas que estaban creciendo próximas a unos 2,40 metros de altura sobre el suelo, y se trenzaron en una sola. En el trenzado se dispuso una primera capa de fibra de coco con un poco de compuesto, para mantener sujeta y húmeda la estructura; una segunda capa de carrizo para darle rigidez y, finalmente, una última capa de fibra de coco, para proteger las anteriores y a la vez oscurecer más el interior, puesto que las raíces necesitan oscuridad para crecer. Toda esta estructura se cerró mediante una cuerda vegetal y se prolongó hasta llegar al suelo. Desde ese momento, la estructura ha sido regada y revisada con regularidad.
Por otro lado, la estructura se protegió mediante un enrejado externo de hasta dos metros de altura y, algo más alejado, se instaló una valla de madera, para dificultar el acceso. Además, se colocaron dos carteles informativos sobre los trabajos para darlos a conocer a las personas interesadas. También se facilitó un teléfono de contacto, del cual "han hecho uso varios ciudadanos, especialmente para hacer preguntas o informarse mejor", según ha apuntado Campillo. “Después de 6 años la raíz está a punto para hacer su camino a solas. Este lunes se ha abierto para ver la evolución, pero se mantendrá tutorizado hasta la primavera para evitar los meses de más frío”, ha explicado el también concejal de Ecología Urbana.
Se fomentará el crecimiento de raíces aéreas en otros ficus de la ciudad
Personal técnico visitado y revisado la estructura periódicamente para comprobar el estado y hacer algunas tareas de mantenimiento. En marzo de 2017, se decidió abrirla y se observó que las raíces habían llegado hasta el nivel del suelo, es decir, en doce meses habían crecido más de 2,40 metros, a un ritmo de más de 20 centímetros por mes. Después, se continuó manteniendo la estructura para su consolidación porque las raíces ya asentadas en el suelo continuaron cogiendo vigor y se hicieron más gruesas.
"Visto el hecho positivo de los resultados de esta experiencia pionera, se instaló una segunda estructura en otra higuera australiana monumental de la ciudad, esta vez al Jardí de les Camèlies, en Aiora, para repetir los mismos pasos", ha informado Sergi Campillo, quien ha anunciado que se aplicará "este método pionero" sobre otros ficus monumentales de la ciudad. Además del tutelaje de la raíz aérea, también se han hecho tratamientos mediante una empresa especializada taladra y poda en altura. Hoy de hecho, a la visita que ha realizado el vicealcalde, se estaban haciendo trabajos de este tipo, que requiere de personal altamente especializado para ser un trabajo peligroso, al trabajar en altura.