Trastornos de la conducta alimentaria: qué son, cómo identificarlos y algunos consejos
Anorexia y bulimia son los TCA más comunes y los adolescentes los más vulnerables ante una sociedad que fomenta la estética camuflada de salud
Cuenca
En la Escuela de Salud que coordina Beatriz Hernández, y que emitimos los jueves cada quince días en Hoy por Hoy Cuenca, nos interesamos en este programa por conocer los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y lo hacemos charlando con Inmaculada López Espejo, psicóloga sanitaria especializada en obesidad y trastornos alimentarios, docente en la Escuela Andaluza de Salud Pública, divulgadora en distintos medios de comunicación y que además atiende una consulta privada en Granada.
Trastornos de la conducta alimentaria: qué son, cómo identificarlos y algunos consejos
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Qué son los TCA
“Son trastornos psicológicos multifactoriales que revisten bastante gravedad. Los más conocidos son la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón. Llaman la atención por su relación con el comportamiento alimentario, por su relación con el miedo a coger peso o con una distorsión de la imagen corporal”, explica la doctora López Espejo, “pero debemos tener en cuenta que estos son los síntomas que vemos de lo que en realidad hay debajo de toda esta sintomatología y que es lo que reviste la gravedad del trastorno. Muchas veces hablamos en los TCA de un iceberg, de que lo que estamos viendo de una persona que restringe la comida, que realiza mucho ejercicio o que tiene una distorsión de su propio cuerpo, es solo la punta del iceberg y debajo de todo eso hay un problema de autoestima o eventos traumáticos que ha vivido esa persona”.
La población más vulnerable
“Es más frecuente en la adolescencia, o suelen comenzar a esa edad, en una etapa en la que somos muy vulnerables”, explica esta psicóloga sanitaria. “También es más frecuente en mujeres. Que los TCA no se dan en hombres es un mito que por desgracia vemos que cada vez es más frecuente, aunque son más prevalentes en preadolescentes, adolescentes y en mujeres”.
Evolución en la pandemia
“Ha habido un aumento”, explica López Espejo. “Ha aumentado la gravedad de muchas personas que ya estaban diagnosticadas e incluso en tratamiento, y también ha aumentado el número de casos. Hay algunos informes muy alarmantes como el de la Fundación Anar que habla de un aumento del 800%. Hay otros estudios que hablan de que hasta un 10% de la población podría estar padeciendo TCA cuando antes de la pandemia hablamos de 4 o 5%”.
Influencias sociales en los TCA
“Me gustaría poner el foco en todos nosotros. En cierto modo, la sociedad está un poco enferma en este sentido del canon de belleza, de la imagen corporal”, explica la psicóloga, “algo que vemos continuamente en los medios de comunicación y en la redes sociales. Durante el confinamiento estuvimos todos, incluidos los adolescentes, muy expuestos a este tipo de mensaje. Si nos paramos un poco a reflexionar, cuando estábamos confinados todo se convirtió en cuidar el cuerpo. Estábamos muy centrados en la alimentación, bien para no engordar bien porque estábamos lidiando con todas esas emociones de miedo, angustia, incertidumbre. Al final, cuando trabajas con personas con TCA te das cuenta de que este intento de controlar el cuerpo es como un intento de controlar esto porque todo lo demás se me escapa, es un poco caos o un descontrol. Creo que en pandemia nos sucedió esto como sociedad. Todo lo de fuera es un descontrol, da miedo, no sé qué hacer, pues entonces voy a intentar agarrarme a lo que sí que creo controlar que es mi cuerpo, mi alimentación, el ejercicio que hago. En cierto modo, esto unido a lo que nos están diciendo continuamente de que mi cuerpo tiene que ser de una determinada manera, delgada me van a querer más que si tengo un cuerpo grande, todos esos mensajes que continuamente están en medio. Los influencers, por ejemplo, suelen tener un cuerpo que cumple un canon de belleza deseado. Todo eso influye mucho en una etapa de la adolescencia donde somos muy vulnerables”.
Alimentación y salud mental
“No hemos aprendido a cuidarnos de verdad desde el punto de vista de la salud”, explica López Espejo. “Quizá tenemos unos hábitos saludables desde el punto de vista nutricional pero nos olvidamos de la salud mental. Por ejemplo, hacer dieta está visto que es un factor de riesgo importante para tener un TCA, sobre todo poner a la diete en la infancia o en la adolescencia, esto no se debería hacer. Sucede muchas veces que estamos haciendo un estado de vida saludable con restricción, con alimentos prohibidos, con un exceso de ejercicio. Esto no puede ser saludable cuando olvidamos la salud mental porque, si a mí esto me genera ansiedad, si yo siento culpa cuando no estoy siguiendo correctamente la pauta, si mi dieta no me aporta suficiente energía o no me deja saciada, todo esto está repercutiendo de forma negativa en mi salud mental. ¿Qué sería una alimentación saludable desde un punto de vista integral? La que tiene en cuenta toda mi salud, no solo lo físico o fisiológico sino también cómo me está afectando psicológicamente y emocionalmente”.
Alertas a las que prestar atención
“Una de ellas es el cambio de la conducta alimentaria, que puede ser llamativo, cuando veamos que la persona deja de comer ciertos alimentos o que nos dice a menudo que ya ha comido”, relata esa psicóloga clínica. “Otras alertas que nos ponen en la pista de un TCA es que cambien su manera de relacionarse, que haya altibajos emocionales, que la persona esté más decaída, más triste, que se aísle, que pase mucho tiempo en las redes sociales, que haga muchos comentarios sobre su aspecto físico, sobre el físico de otras personas. Quizás empieza a dejar de hacer planes con los amigos, tiene menos ganas, como cierta apatía. Estos son comportamientos que nos deben poner en alerta para un TCA o para cualquier otro tipo de problema de salud mental”.
Dónde acudir
“En la familia, cuando estamos detectando algo así en los hijos adolescentes, es importante no castigarlo regañar”, recomienda López Espejo. “Eso para empezar, para que la persona no tienda a esconderse cada vez más y nos resulte muy difícil detectar el problema. Cuando ya vemos que hay algo que no va bien, lo primero es acudir al pediatra o al médico de cabecera que pueda hacer una evaluación y derivar a salud mental, a psiquiatría si lo considera necesario. Lo ideal es un trabajo en equipo desde psiquiatría, psicología, nutrición”.
Recomendaciones para prevenir los TCA
“Hay que hacer una revisión como sociedad de lo que estamos diciendo que es saludable”, apunta López Espejo. “Muchas veces hablamos de salud cuando en realidad estamos hablado de estética. Y creo que es muy importante la educación desde pequeños. Una educación en hábitos de vida saludables pero que verdaderamente pensando en salud, no en estar delgado o en tener determinado cuerpo. Esto lo necesitamos sanar como sociedad. En las familias hay que educar en la diversidad. Las personas somos diversas, no todos podemos tener el mismo cuerpo porquero somos clones, somos seres humanos la humanidad es diversa. Aceptar todo tipo de cuerpo, educar desde el amor, desde el valor de la persona por ser ella misma, no por tener determinada forma o determinado aspecto. Es muy importante que como adultos seamos ejemplo. Muchas veces en casa están viendo que somos los adultos los que no lo hacen. Es muy importante también fomentar el pensamiento crítico para que cuando nuestros menores estén en redes o estén recibiendo todo este bombardeo de mensajes puedan distinguir, puedan saber y pensar de una manera crítica. Y por supuesto cuidar dónde están y a qué información acceden”.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...