El agua vuelve, poco a poco, a Las Tablas de Daimiel

Ciudad Real

Aunque todavía está muy lejos de su mejor momento, el bombeo de los pozos de emergencia y las lluvias intermitentes de las últimas semanas, han conseguido que el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel alcancen las 300 hectáreas encharcadas, lo que supone algo más del 17 por ciento del total de las 1.700 hectáreas del entorno natural.

Una superficie que es probable aumente considerablemente, como ha avanzado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, por la previsión de lluvias para los próximos meses y se ha mostrado confiado en que pueda recuperar "el vigor de otros momentos". .

Esta recuperación parcial de este emblemático espacio se ha tratado precisamente en la reunión del patronato del Parque Nacional reunido este martes en el que se ha incidido en la necesidad de seguir con actuaciones que permitan equilibrar los intereses del sector agrícola con el mantenimiento medioambiental de Las Tablas de Daimiel como la compra de derechos de agua en la zona del entorno al parque Nacional.

El consejero ha dicho que el Gobierno regional está trabajando para que la planificación hidrológica en el Guadiana "además de respetar los intereses de los agricultores" tenga en cuenta la "importante" prioridad de mantener el Parque Nacional.

Tubería a la llanura manchega

Otra de las iniciativas que permitirán liberar recursos hídricos será la puesta en marcha de la tubería a la llanura manchega. El primer ramal, el que llegará a la zona de La Mancha estará operativo en la próxima primavera, como ya adelantó la Cadena SER, que permitirá la llegada de 50 hectómetros cúbicos hasta el corazón de la región, que históricamente ha tenido problemas muy serios de abastecimiento.

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"Podemos, si queremos, y desde luego el Gobierno de Castilla-La Mancha quiere, hacer compatible el desarrollo rural de ese territorio tan importante con el mantenimiento de Las Tablas de Daimiel", ha dicho el consejero, quien ha apuntado que la puesta en marcha de la tubería de la llanura manchega supondrá, en la práctica, dejar de utilizar 50 hectómetros cúbicos del subsuelo de los acuíferos del alto Guadiana "y esto, sin duda, va a beneficiar también a las Tablas de Daimiel".

El segundo ramal, el que llegará hasta el Campo de Calatrava y garantizará el suministro en esta comarca muy castigada por la sequía, estará finalizado a lo largo de 2023 y se invertirán 36 millones de euros.