Decálogo de violencias contra las mujeres
La firma de María José Aguilar Idáñez, Catedrática de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Castilla-La Mancha
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Cadena SER
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Albacete
Estimada audiencia: En un tercio de las 12 firmas de opinión que esta temporada he compartido con ustedes, he tratado cuatro formas de violencia contra las mujeres.
Firma de opinión | Decálogo de violencias contra las mujeres
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Lamentablemente, ni siquiera he podido aproximarme a todas las formas de violencia contra las mujeres, ni a las más aterradoras, que la ONU clasifica en siete bloques: la violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado, la violencia sexual, la violencia en línea o digital, el feminicidio, la trata de personas, la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil.
Como no puedo desglosarlas en un minuto, hoy solo les haré un listado de las violencias más frecuentes en nuestra sociedad albacetense. Porque muchas, y casi todos, piensan que la agresión física es violencia; pero ignoran que la violencia de género contra las mujeres se ejerce masivamente de otras muchas formas, de las que debemos tomar conciencia, porque pasan desapercibidas para muchas mujeres y para casi todos los hombres:
La violencia económica es la que el agresor ejerce cuando impide la independencia económica de la mujer, prohibiéndole o impidiéndole trabajar o recibir formación, por ejemplo, con cualquier tipo de excusa.
La violencia psicológica es la que el agresor ejerce cuando provoca miedo e intimidación, cuando amenaza con causar daño físico a ella o a los hijos, o a sus bienes, Cuando se la obliga a aislarse de sus amistades, familiares, de la escuela o del trabajo.
La violencia emocional se ejerce cuando se busca minar la autoestima de la mujer mediante constantes críticas, insultos, desprecios, infravaloraciones y abusos verbales. Es muy difícil de detectar, y en la web del ministerio hay una sencilla herramienta para hacerlo.
El acoso sexual abarca desde el contacto físico de cualquier tipo no consensuado, hasta los abucheos y comentarios sexuales sobre el aspecto de una mujer, pedir favores sexuales, o el acecho sexual. La violación, dentro y fuera de la pareja, es la forma de violencia sexual más conocida y solo en ocasiones visibilizada. Pero no ocurre lo mismo con todas las conductas sociales que fomentan la "cultura de la violación" y que hacen que nuestro entorno normalice y justifique la violencia sexual contra las mujeres.
La violencia digital, que crece de manera exponencial, abarca todo tipo de violencia asistido por el uso de la tecnología (teléfonos, internet, redes sociales, videojuegos, mensajería, etc.). El ciberacoso, el sexting y el doxing son formas muy extendidas de violencia digital contra la mujer.
Y no olvidemos, por último, que los asesinatos machistas, los asesinatos por honor, la trata de personas, la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil, como nos dice la ONU, completan el más amplio catálogo de formas de violencia, que contra la mitad de la humanidad se siguen desplegando.
Esperemos que cada vez con menor impunidad.
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