El empleo de Solán de Cabras frente a la despoblación de la Serranía Alta de Cuenca

Cuenca

Con cerca de 200 trabajadores, la empresa Solán de Cabras, perteneciente al Grupo Mahou-San Miguel, es un importante foco económico en la comarca de la Serranía Alta de Cuenca donde tiene dos plantas envasadoras de agua mineral, una en el propio paraje de Solán de Cabras, en Beteta, y otra a las puertas del casco urbano del mismo municipio donde envasa el agua del manantial Fuente del Arca que se comercializa con la marca Sierra Natura. Lo hemos contado en el espacio Orgullosos de SER de Cuenca que emitimos los jueves en Hoy por Hoy Cuenca, charlando con el director de los manantiales, Raúl Alonso Ortega, con el alcalde de Beteta, Julián Esteban Pulla, y con Jesús Almazán, presidente del comité de empresa. Lo podéis escuchar a continuación:

Asentamiento de población

El 65 % de los empleados de las dos envasadoras de Solán de Cabras viven en un radio de 40 kilómetros, en pueblos pequeños, afectados por la despoblación, para los que la estabilidad laboral que genera esta empresa asegura su supervivencia.

Jesús Almazán tiene 39 años. Él y su mujer trabajan en Solán de Cabras. Tienen un niño pequeño y otro en camino. Viven en Cañizares, un pueblo de menos de quinientos habitantes a ocho kilómetros de la embotelladora.

“Fijamos nuestra residencia aquí por la proximidad al trabajo, nos evita estar en la carretera todos los días y nos garantiza tiempo para ti y para la familia”, explica Almazán.

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Estabilidad laboral

Como Jesús, más de la mitad de los empleados de Solán de Cabras, viven en el entorno. La empresa tiene 190 trabajadores de los que el 90 % son fijos. Solo en temporadas de más demanda de agua, como el verano, aumenta la temporalidad hasta el 40 %. “Nosotros tenemos un niño y el hecho de tener esta económica nos permite pensar en tener otro”, dice Almazán, que es también presidente del comité de empresa. “Trabajamos junto a la empresa en disminuir la temporalidad para que todo trabajador y trabajadora se planteé quedarse a vivir en el pueblo”.

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Conciliación

Raúl Alonso Ortega es el director de los manantiales de Beteta y presume de que “ya en 2009 el grupo Mahou-San Miguel fue la primera empresa cervecera que consiguió el sello de empresa familiarmente responsable que otorga la Fundación Más Familia”, además, explica algunas de las medidas de conciliación que contempla el convenio de empresa: “la jornada laboral flexible, ayuda para la comida y el transporte, día sin cole, planes de pensiones, ayuda para la compra de material escolar para hijos de empleados y para campamentos infantiles, entre otras. Además, desde 2017 impulsamos el teletrabajo en aquellos puestos que lo permiten como una medida para fomentar la conciliación de nuestros profesionales, por lo cual, cuando llegó la pandemia ya estábamos preparados para afrontarlo”.

Economía local

El alcalde de Beteta, Julián Esteban Pulla destaca la importancia de esta empresa en su pueblo y en la comarca. “Es un beneficio muy grande para todo el pueblo, tanto en empleo, ya que hay veinte personas de Beteta que trabajan en esta compañía, como en el movimiento de la economía local en los comercios y restaurantes”, dice el alcalde, que no quiere ni imaginarse qué sería de Beteta y de la comarca sin esta fuente de empleo: “Pues muy mal, sin empleo, imagínate”.

Solán de Cabras, junto a otras industrias del entorno como la hidroeléctrica o la fábrica de carborundum (carburo de silicio) del grupo Navarro Generación ubicada en Puente de Vadillos, en el pueblo de Cañizares, generan un empleo estable “y otro indirecto para mantener colegios, farmacias, pequeño comercio o bares que sin esas empresas no funcionarían o estarían bajo mínimos”, explica Almazán.

“En Mahou-San Miguel estamos muy comprometidos en la generación de riqueza en las comunidades en las que estamos presentes”, explica el director de los manantiales de Beteta. “Además, hacemos extensivo este compromiso a toda nuestra red de colaboradores entre quien también una importante representación a nivel local”, y destaca Alonso Ortega el patrocinio del festival Estival Cuenca que se celebra cada verano en la capital de esta provincia. “Formamos parte de Cuenca y sentimos como nuestro su crecimiento”, dice, “por lo que actuamos como altavoz para contribuir a su desarrollo a través de nuestras campañas e iniciativas con las que queremos devolverle a la región todo lo que nos aporta”.