Historia

Palacio, los grandes almacenes de Castilla-La Mancha

Almacenes Palacio ocupaba una gran superficie en la calle General Aguilera, pero comenzó en el año 61 con una pequeña tienda en la Plaza Cervantes

Almacenes Palacio ocupaba más de 2.000 metros cuadrados en la calle General Aguilera / Cadena SER

SER Ciudad Real26/11/2021 - 08:25 UTC

Ciudad Real

En 1961 Cecilio Palacio fundó en la plaza de Cervantes, 14 de Ciudad Real la tienda de tejidos 'Palacio'. Un pequeño establecimiento de unos 70 metros cuadrados. Cuatro años después amplió hasta los 140 metros con una segunda tienda junto a la primera y llegó hasta los 2.100 metros cuadrados cuando abrió Almacenes Palacio en la calle General Aguilera.

Retrato de Cecilio Palacio / Cadena SER

Cecilio Palacio llegó hasta Ciudad Real desde Almadén, donde era dependiente de un comercio y comenzó a trabajar en Almacenes Domingo, en la calle Carlos Vázquez; después junto a José Ruiz Lorente ( quien llegó a ser alcalde de Ciudad Real ) pusieron en marcha "la que era considera como la tienda más prestigiosa de moda de la capital". A los pocos años ya se estableció por su cuenta, como recuerda su hijo Francisco Palacios, quien con apenas 17 años, se puso al frente del negocio junto a su padre.

La primera tienda de Palacio se abrió en 1961 / Cadena SER

De las sederías Palacio se pasó, en 1972, a inaugurar Almacenes Palacio, en la calle General Aguilera. Para la ocasión se optó por poner una diana en el centro del escaparate. "Almacenes Palacio da en el blanco una vez más", tituló el Diario Lanza el 10 de octubre de aquel año. Un escaparatista de Madrid fue el encargado de decorar el gran escaparate con el que contaba. Eran profesionales los que hacían esta tarea "porque había que ir cambiando y estar a la vanguardia de la moda".

Junto a la primera tienda Palacio abrió unos años después un establecimiento de confección / Cadena SER

Almacenes Palacio llegó a contar con 46 trabajadores hasta su cierre en 2003. De toda aquella época Paco Palacio guarda muchos recuerdos, "todos buenos", dice. "Entonces se atendía al público desde el mostrador. Preguntábamos qué quería y se vendía lo que quería el cliente. Venía mucha gente de la provincia a comprar; también los sastres y modistas de Ciudad Real acudían para comprar las telas con las que confeccionar las prendas que precisaban ser hechas a medida, porque la confección no estaba tan avanzada como ahora".