Suben los suicidios en Castilla-La Mancha: en 2020 se quitaron la vida 180 personas
Es un 18,4% más que el año anterior y es ya la segunda causa de muerte externa más habitual en Castilla-La Mancha
Toledo
Hasta 180 personas se suicidaron en 2020 en Castilla-La Mancha, tal y como se recoge en los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística. Con ello, en la región, se suicida una persona cada dos días. Este dato, además, supone un incremento del 18,4 % con respecto al año anterior. También, el suicidio es ya la segunda causa de muerte externa más habitual en la región castellano-manchega.
Precisamente, los distintos confinamientos y la falta de las relaciones sociales por la pandemia de la COVID-19 podrían estar detrás de este notable incremento. Además, se suicidan más hombres que mujeres y por edades, la mayoría de las personas que se quitaron la vida en la región, durante 2020, tenían entre 45 y 59 años.
Con todo ello, desde la Federación de Salud Mental de Castilla-La Mancha vuelven a pedir un Plan Nacional de Prevención del Suicidio, así como más campañas de información y más especialistas en los hospitales y centros de salud. De hecho, actualmente, la tasa de psicólogos clínicos es de apenas seis por cada 100.000 habitantes. Una tasa excesivamente baja para poder hacer frente a la alta demanda, tal y como ha detallado Carmen Navarro, presidenta de esta federación y de la Asociación 'Puertas Abiertas' de Tomelloso.
Precisamente, desde esta organización, también, apuntan a la situación de pandemia como pieza clave en el aumento de los casos de suicidio. Todo ello, porque Navarro asegura que las llamadas que reciben son de personas con ansiedad y depresión. Por ello, reseña que es importante hablar esos problemas y no esconderlos, es decir, que deje de ser un tema tabú. Un paso que es el primero para poder poner solución a esta otra pandemia silenciosa o, incluso, silenciada.
Además, Navarro ha pedido que los medios de comunicación hablen más del suicidio y lo hagan desde un enfoque adecuado. También, reclama la puesta en marcha de un teléfono específico de atención a personas con ideas suicidas similar al que ya existe para las víctimas de la violencia de género o para contactar con los servicios de emergencia.
Por último, la propia Navarro ha subrayado que "cuando alguien quiere morir por suicidio, no quiere morir, sino que solo quiere dejar de sufrir". Por ello, ha pedido a las administraciones que empleen sus esfuerzos en evitar que esas personas dejen de sufrir para que sus intenciones suicidas puedan desaparecer.