Empate a cantadas
Dos errores graves de los guardametas decidieron un partido en el que el Celta demostró que tiene mucho margen de mejora en casa
Matías Dituro se le escapa el balón que acabó en el 0-1 del Villarreal. / La Liga
Vigo
El Celta sigue atascado en casa y de nuevo tuvo que corregir en la segunda parte lo mal que lo hizo en la primera. El empate (1-1) contra el Villarreal (que tampoco ha ganado fuera) fue lo más justo y hace que la estadística en Balaídos se quede en 5 puntos de 24 posibles.
Pese al prometedor inicio de los celestes, sobre todo en la presión, poco a poco el encuentro se fue igualando y aparecieron los desajustes defensivos en la zaga local que despertaban el miedo en la grada. La primera llegada con peligro no llegó hasta mediado del primer tiempo. Un disparo desde fuera del área de Nolito obligó a intervenir a Rulli, que despejó la pelota hacía el espacio donde estaba Kevin, que no pudo engancharla. La respuesta del Villarreal fue letal. Fallo generalizado defensivo, en especial de Dituro, que deja escapar incomprensiblemente la pelota ante la presión de Parejo, que le puso el pase de la muerte a Alberto Moreno, que solo tuvo que empujar el balón a puerta vacía.
A partir de ese momento, el Celta se vino abajo, como el día del Barcelona, y el 'submarino amarillo' generó oportunidades para irse al descanso con un marcador más abultado. Dos las tuvo Trigueros, que no consiguió empujar un balón que se paseó por el área pequeña y falló un mano a mano ante Dituro. Tampoco estuvo acertado Dia en un contra a uno ante el portero celeste. Tras el paso por los vestuarios, el Villarreal dio un paso atrás y Coudet acertó dando entrada a Thiago Gallardo y Araújo por Mina y Murillo. Aún así, a los vigueses les costaba generar oportunidades y los centros desde las bandas son poco prometedores. La mejor opción eran los disparos lejanos como uno de Araújo que se fue rozando la escuadra. De esta forma llegaría el gol del empate; un potente disparo de Beltrán lo despejó Rulli de forma lamentable dejando la pelota muerta en el área donde estaba Brais, que fusiló la meta rival.
El tanto espoleó al equipo celeste y tras un taconazo de Gallardo, Aspas tuvo en sus botas la remontada, pero su tiro de rosca se fue rozando el palo. Fue la última ocasión clara para los de Coudet, que cedieron el protagonismo a los castellonenses. Moi Gómez tuvo una buena opción, pero Aidoo apareció de forma salvadora para anticiparse en una jugada que le costó una lesión.
