0-1. La UD Ibiza: cantando bajo la lluvia en el Reale Arena

Ibiza

En un imponente y vacío Reale Arena, bajo la lluvia, a ratos torrencial, La UD Ibiza ha encadenado su segunda victoria consecutiva a domicilio, ante uno de los equipos de su liga. Tres puntos valiosos y merecidos, porque los ibicencos han sido muy superiores en la práctica totalidad del encuentro y solo han sufrido en los compases finales cuando el filial realista ha apostado por mandar balones a la olla a la desesperada. El equipo pitiuso ha vuelto a dejar su portería a cero y van tres semanas seguidas y ha exhibido de nuevo ese juego sólido, madurando los partidos y esperando el momento para asestar el zarpazo. Esta vez ha tardado, porque no ha sido hasta el minuto 84 en el que una buena asistencia de Guerrero ha dejado a Miki Villar solo para batir a Ayesa de tiro cruzado, estrenándose como goleador con la camiseta ibicenca. Lo habían merecido mucho antes los visitantes, pero no han acertado en el remate final.

Los partidos de la Ud son aptos para los cardíacos, no hay locuras, ni sobresaltos, todo parece pausado y controlado, pero esta es la versión que se está demostrando más eficaz y resultadista. Los fuegos artificiales mejor para las ferias.

Juan Carlos Carcedo ha apostado por algo poco habitual cuando un equipo lleva dos jornadas seguidas sin encajar un gol, cambiar a su pareja de centrales en el once inicial. Por primera vez esta temporada Gálvez ha sido titular formando pareja con Rubén. Y ha rayado a gran nivel al igual que sus compañeros de línea cada vez más solventes a la hora de proteger la portería.

También novedades en la zona ancha con Javi Pérez ocupando la plaza de Appin al que un proceso febril le ha dejado fuera de la convocatoria. En la banda derecha ha recuperado a Cifu, que había desaparecido de la titularidad tras el desastre en Cartagena.

Cinco novedades en el once, pero el mismo estilo de las últimas jornadas, no hay fuegos de artificio en el césped, pero tampoco vive agobiado Germán, al que apenas ponen a prueba los rivales. Todo el caudal ofensivo del filial realista en el primer tiempo ha sido un disparo de Karrikaburu a los 37 minutos tras un buen giro dentro del área, manotazo incluido a Rubén para hacer lucir al portero ibicenco y un saque de esquina antes del descanso en el que Castel ha rozado el autogol con la pelota impactando en el poste de Germán. El resto de la primera mitad se ha jugado a lo que ha querido el Ibiza, que ha tenido más posesión, ha estado mejor plantado en el campo aunque le ha faltado algo de más precisión en alguna de las pocas llegadas que ha tenido para generar más peligro. Dos disparos inocentes de Javi Lara y Ekain, un par de centros laterales desde la derecha sin rematador y una mala elección de Castel al querer resolver de forma individual en lugar de ceder a Ekain que llegaba solo. Carcedo ha vuelto a poner una tela de araña en la medular para frenar la iniciativa local y lo ha conseguido. Los visitantes han tenido mucha más posesión, sin arriesgar la pelota, saliendo siempre desde atrás y con los centrales pegando el puntapié cuando se veían más exigidos. Los locales trataban de presionar muy arriba, pero no recuperaban la pelota que sobaba y sobaba el Ibiza dejando que pasaran los minutos sin que pasara nada inquietante en su campo. Este ha sido el guión de las últimas jornadas y si la fórmula funciona no hace falta diseñar otro plan.

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Tras el descanso se ha intensificado el dominio ibicenco, con el control absoluto del partido y ahora con claras oportunidades. Castel ha obligado a lucirse a Ayesa con un gran cabezazo tras un saque de esquina botado por Javi Lara. Cifu no ha puesto el pie delante del portero realista en buena posición y el aplastante dominio visitante merecía más.

Carcedo ha movido el banquillo dando entrada a Guerrero y Davo por Ekain y Castel y después entraba Miki Villar. Se jugaba solo en campo realista y Davo mandaba las nubes otro saque de esquina botado por Lara cuando estaba solo para fusilar la portería vasca. Parecía que la superioridad visitante se quedaría corta cuando un centro de Nono que acababa de entrar en el campo lo controló Guerrero para asistir a Villar y que este cruzara lejos del alcance del portero realista. Un gol que hacía justicia a lo que se veía en el campo.

Pero tocó sufrir en los compases finales, la Real que no había pisado el área ibicenca estuvo cerca del empate en un centro en el que entre Germán y la defensa acabaron mandando el balón a córner. Xabi Alonso, técnico de los vascos, protestó la jugada y fue expulsado. Poco después veía la roja Guerrero por una dura entrada en la zona ancha. Tocó apretar los dientes porque llovieron balones al área, pero el Ibiza supo sufrir y regresa con una victoria merecida y valiosa a la espera de la visita del líder Almería a Can Misses.