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La complejidad de hacer compatible el embarazo con un cáncer

Aunque son poco casos los que se diagnostican, es posible su tratamiento sin verse abocadas al aborto. El apoyo del entorno resulta clave en un momento que contrapone la felicidad con la llegada del bebé y los miedos por la salud

Bebé recién nacido / MAYTE TORRES (GETTY IMAGES)

Bebé recién nacido

Zaragoza

Los embarazos se miden por centenares de miles y los cánceres de mama por decenas de miles todos los años, A pesar de esas cifras, la convergencia de ambos es poco usual, aunque ha aumentado ligeramente en los últimos años. Los médicos insisten en que la enfermedad no es sinónimo de aborto y la madre puede recibir tratamiento. Eso sí, el golpe moral es muy duro.

A las cinco semanas de embarazo, la turolense Cristina Sabio se notó un bulto en el pecho. Tres semanas después le confirmaron la noticia. "Lo primero que pensé fue que no se tratara de un cáncer. Pasados 15 días me lo diagnosticaron y resultó un momento durísimo. Era la primera vez que íbamos a ser padres: el momento más feliz de mi vida con el momento más triste y más duro de mi vida". El suyo es uno de los 15 casos de cáncer durante el embarazo que ha diagnosticado el ginecólogo Javier García Pérez-Llantada en sus 30 años de carrera profesional. Este doctor quiere desterrar falsas creencias y afirma rotundamente que "la gran mayoría, por no decir en todos los cánceres, no hay por qué interrumpir el embarazo para priorizar el tratamiento. A día de hoy, eso no es verdad. He tenido pacientes con cáncer de mama que han seguido con su embarazo y no ha habido ningún problema para el bebé durante la gestación y tampoco con la paciente y su enfermedad". Y añade: "Se modifican los tratamientos con el análisis del oncólogo o se retrasan para completar el embarazo". Eso sí, los de cuello de útero pueden dar más complicaciones. según este médico: "El tratamiento en algunos de estos cánceres podría provocar la muerte del bebé. Tuve uno, pero era en un estadio muy precoz y pudimos tener el bebé y después tratar el cáncer".

Equipos multidisciplinares

Además, una vez diagnosticada la enfermedad, se conforma un equipo de oncología, ginecología y peditaría que planifica tanto el tipo de tratamiento para la madre como, si es necesario, el adelanto del parto." A veces hay que adelantar el parto, no esperamos hasta las 40 semanas siempre hablando con los oncólogos y los pediatras. Maduramos el pulmón del bebé y, a lo mejor, provocamos el parto antes". Es el caso de Cristina. Recibió quimioterapia y se adelantó el parto. Su hijo Álvaro nació en la semana 35, el 18 de abril. "Nació con 1'850 kg en la semana 35. "Él está muy bien porque yo siempre digo que con toda la Cortisona que me dieron en quimioterapia le ha beneficiado a él para su desarrollo pulmonar y psicomotor". La propia afectada busca también explicación en el destino: "En Facebook vi la imagen de una madre con su hijo en el pecho haciendo piel con piel y ella sin el pecho. Ponía que había tenido cáncer y se me quedó grabado. Yo creo que era el destino, esto lo tenía que ver para el día que me iba a pasar saber que me iban a cuidar bien los médicos".

 El apoyo psicológico durante el tratamiento del cáncer durante el embarazo es fundamental. Las gestantes reciben un doble impacto, el de la enfermedad y el miedo a perder a su bebé. Ana Isabel González, psicóloga de la Asociación Española contra el cáncer en Zaragoza relata que "estar con una mujer durante el periodo de embarazo y con cáncer, supone hablar del miedo, pero dentro de un momento muy especial, con todos los temores asociados a la salud del bebé. Y sobre todo el miedo también a cualquier decisión tomada sobre su bebé. Es importante la participación de la pareja para enfrentarse a estas decisiones y a temores compartidos".

 
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