El juego del presupuesto

Valencia

A estas alturas de la partida, nadie duda de cuáles son las reglas de juego, de cómo se alcanza la meta cuadrando los presupuestos: tantos ingresos, tantos gastos. Pero el Gobierno valenciano decidió hace años saltarse una regla para confeccionar sus cuentas: como la infrafinanciación es injusta, se inventa una partida de ingresos que la compense. Una pequeña trampa que más o menos se acepta para que no empiece a jugar con desventaja. El árbitro, que es el Ministerio de Hacienda, mira para otro lado.

El problema llega cuando sigue el juego y se acaba abusando de la trampa. Es decir, cuando ves que es muy cómodo aplicar la misma regla inventada para seguir avanzando. Si la infrafinanciación justifica una partida de ingresos ficticia, ¿por qué no la transición a la nueva normalidad? Ya tenemos dos partidas irreales y reivindicativas. Ahora bien, el año que viene podría ser la aspiración a una mejor normalidad, de la misma manera que las universidades podrían copiarse: inventar una partida reivindicativa de lo que les tocaría por el plan de financiación prometido por el Consell y que no llega. ¿Por qué no?