Terror en el Botánico
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Comentario Marisol Delgado 01.11.21
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Asturias
Vaya días de miedo que llevamos. Los centros escolares, los comercios, las calles, todo se ha llenado de personajes y decorados tétricos, como si nos encontráramos inmersos en una película de Tim Burton o de George A. Romero.
Precisamente con motivo del Samaín o Halloween, como lo quieran ustedes llamar, el Jardín Botánico de Gijón ha programado hasta hoy mismo una serie de actividades infantiles y familiares. Pero como nunca llueve a gusto de todos, hay quienes han protestado por los cuentacuentos que se han programado en asturiano.
Es como si fuéramos a ver "La crónica francesa" en versión original subtitulada y nos pusiéramos a patear el suelo del cine por escuchar a Frances McDormand o a Bill Murray en su inglés de Norteamérica.
No es casualidad. Parece que se quiere enmierdar un poco, aprovechando la coyuntura de la anunciada aprobación de la oficialidá. Hace años que se hacen cuentacuentos, títeres y otras actividades en asturiano y nunca hubo ningún problema. Hasta ahora.
Quizá falte comprensión lectora para elegir mejor dónde ir o qué hacer –la misma comprensión lectora de la que se carece cuando se confunde quitar la publicidad de la alimentación basura dirigida al público infantil con prohibir comer lo que a cada uno le dé la gana–
Pues ya ven... Alega esta gente que todo, absolutamente todo lo que ha programado el Botánico está en asturiano. ¡Home, no! Un simple vistazo a lo anunciado en prensa o en la web de la entidad bastaría para ver que hay otras muchas actividades en el castellano de toda la vida, en este puente festivo y a lo largo del resto del año. Pero especular con las emociones para polarizar a la sociedad asturiana, parece que interesa. Y eso sí que da mucho miedo.