Truco o trato: San Rafael y sus imágenes

Córdoba

Hace nada, como recordarán, nos presentaron el cartel de las fiestas de San Rafael realizado por el pintor Juan Cantabrana a petición de la Federación de Peñas Cordobesas. Un cartel que, parece ser, no se amoldaba al gusto particular de un sector del público cordobés lo que –cómo no- generó cierto malestar entre las decenas y decenas de expertos en arte contemporáneo y pintura que pueblan nuestros bares y tabernas.

Es curioso que la gente no se escandalice por la escasez de vida cultural de la ciudad, porque no haya galerías de arte, apoyo a los artistas emergentes o porque hayamos aceptado ciegamente ser una ciudad turística que no produce en cultura apenas nada, que vive en un Halloween constante, con una cultura entre difunta y no-viva.

Sin embargo, les voy confesar que lo que más me llamó la atención del cartel de Cantabrana fue un comentario del propio autor sobre esta obra. En una entrevista, el pintor definía esta pieza para el cartel de “sugerencia” y no de “encargo”, lo que me llevó a pensar que, de nuevo, se le pedía a un artista que trabajase gratis, algo común en este país, aunque seas un autor consagrado que lleva décadas siendo profesional como él.

Me encantaría saber si esto ha sido así para incorporarlo yo también a mi vida diaria: ‘sugerir’ así, a partir de ahora, al supermercado (por ejemplo) que me ceda la compra gratis; o al técnico de la lavadora, que me la arregle con tan sólo ‘sugerirlo’; e incluso dirigirme a la institución de turno, a la que sería un placer ‘sugerirle’ que eso de los impuestos correspondientes quizás estén sobrevalorados. Como verán, temas propios dezombies, para unos días en los que estamos rodeados de pseudo-cultura y maquillaje.

Menos mal que, en medio de este escenario, me quedan las gachas de mi madre, que esas sí que no tienen precio.

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