Alivio

Bilbao

Alivio. Esa es la mejor palabra para definir el estado de ánimo del vestuario de Bilbao Basket después de su victoria ante el Hereda San Pablo Burgos. El segundo triunfo en el campeonato doméstico no saca del descenso a los 'hombres de negro' pero les deja a tan solo una victoria de los puestos de copa. Así está la liga ahora mismo de discutida.

Pero el equipo ha respondido al cometido más urgente. Ha ganado los dos partidos que resultaban claves para no hundirse en la clasificación. Era necesario ganar al Fuenlabrada y se ganó, y había que hacer buena esa victoria ante el Burgos y no se falló. Eso deja un poso de calma en la plantilla de Alex Mumbrú.

Parece que la cosa empieza a funcionar. Goudelock ha entendido de qué va esto. Bigote empieza a despertar, Alex Reyes aporta muchos puntos desde la segunda unidad, Delgado es el amo de la zona, que es para lo que vino, y Hakansson ha encontrado su sitio perfecto. Faltan por llegar todavía jugadores como Withey y Miniotas tiene que espabilar. Otros como Masulis tienen un potencial que si lo explota va a durar muy poco en Bilbao.

Y se volvieron a alinear, no los astros como reza el dicho, si no afición y equipo. Más de siete mil almas vibraron, animaron y ayudaron a ganar a su equipo. Esa simbiosis volvía a hacerse aún más grande que contra Fuenlabrada. Se necesitan uno a otro. Es así. Por cierto, no todos animaban a los 'hombres de negro'. Casi 400 aficionados burgaleses viajaron a Bilbao con sus bufandas azules. Dos aficiones hermanadas, con muy buen rollo y que disfrutaron de un buen partido de baloncesto.

Con todo ello Surne Bilbao Basket buscará vivir con menos tensión a partir de ahora, pero le llegan de inmediato otros dos compromisos complicados. Uno en Manresa el domingo que viene, una cancha que no se le ha dado muy bien históricamente, el otro frente al Real Madrid. Si sale de ellos con una victoria sería un éxito, si no habría que volver a empezar para salir de ahí abajo.

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