Sin puntería no hay puntos
El Sevilla tuvo la pegada que le faltó al Celta, que suma una nueva derrota en Balaídos
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Iago Aspas lamentándose en una acción del Celta - Sevilla. / La Liga
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Vigo
El parón de selecciones ni los 10.774 espectadores sirvieron para cambiar la mala dinámica del Celta y frenar los signos de preocupación. No se mereció perder (0-1), porque el Sevilla marcó en su única llegada clara, aunque eso no cambia la impotencia del equipo tras encajar el tanto.
Con Aidoo como principal novedad en el once, el Celta salió intenso y con una presión alta para incomodar a un Sevilla que vino con la intención de defender con el control del balón. El equipo vigués tenía menos la pelota, pero llegaba con más peligro; sin embargo, faltaba un último pase acertado o un buen remate. En el primer tiempo solo Denis fue capaz de hacer una buena jugada individual y conectar un disparo que obligó a intervenir a Bono.
La segunda parte comenzó de la misma manera y los celestes pronto tuvieron pronto su mejor ocasión del partido. Buena jugada colectiva entre Nolito, Aspas y Mina, que terminó con un remate del delantero vigues al palo. Perdonó el Celta y el Sevilla se lo hizo pagar poco después. Un tiro de Suso, pegó en un defensa, y la pelota le cayó a Rafa Mir dentro del área, que libre de marca, batió a Dituro con un disparo raso. Los futbolistas locales reclamaron fuera de juego, pero Hugo Mallo habilitó al delantero hispalense.
El tanto en contra fue un mazazo anímico para el Celta, que se vino abajo con el paso de los minutos y sin generar oportunidades claras, ya que los remates iban o bien a las manos de Bono o bien no encontraban portería. A frenar el bajón no ayudó a Coudet, que solo hizo dos cambios, el habitual Cervi con Nolito, y la entrada de Galhardo a falta de quince minutos. El final fue prácticamente plácido para el Sevilla que impuso su veteranía y jerarquía para ahogar a un Celta que sigue sin encontrar una continuidad en el juego y afronta ahora un difícil calendario con Getafe, Real Sociedad y Rayo Vallecano en siete días.