"Esto es peor que la pandemia": Tristeza, ceniza y caras largas tres semanas después del volcán en La Palma

La Palma

La vida en La Palma está totalmente atravesada por el volcán. "Se ve mucha mucha tristeza, el daño que hay en la calle es terrible. Aquí no se habla otra cosa que del volcán y de los desastres que está produciendo en las familias", lamenta Gerardo, propietario de una cafetería y del restaurante La Colonial.

"Mucha gente se queda en su casa, no sale, en los bares hay menos público. Restaurantes, por supuesto, nada. Hoteles tampoco, la gente solo se pregunta cuándo parará esto", lamenta uno de los operarios de la pastelería que reparte el pan en Los Llanos de Aridane y El Paso. "Esto es peor que la pandemia", sentencia la camarera del restaurante de La Pérgola en el centro de Los Llanos

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Los taxistas apenas hacen cuatro o cinco carreras al día. "Muy poco, no vale la pena ser taxista", dice Carlos, que limpia las cenizas de su vehículo por quinta vez esta mañana. "La cosa está terrible, la gente ha perdido sus casas, su vida, su historia, está todo enterrado bajo metros de lava", afirma el vendedor de la ONCE de Los Llanos.

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"El ochenta por ciento de la isla continúa con normalidad", insisten desde el Cabildo de La Palma y desde el sector turístico

Todas las voces lanzan un mismo mensaje casi desesperado, “la mejor manera de ayudar a La Palma es venir a visitarla, llenar los hoteles, consumir en los restaurantes, activar el sector del taxi y del comercio”, un mensaje que insiste también en que “La Palma es un lugar seguro” donde “el ochenta por ciento de la isla continúa con normalidad, dentro lo anormal de una erupción”. Así lo ha explicado el presidente de la patronal turística de la isla, Óscar León, que calcula que, entre el sector platanero ya tocado, y el sector turístico, supone el 75 por ciento del PIB de la isla.