La soledad feliz

Cádiz

El Congreso del Bienestar de Cádiz terminó su sesión del sábado hablando de soledad. Lo hizo en un coloquio moderado por Cristina Gallego, con la participación de la arquitecta Victoria Acebo, el escritor Juan Tallón, el actor Antonio de la Torre y la directora Mabel Lozano. Gallego arrancó la charla con una definición positiva de soledad. "La soledad es la capacidad de estar solo".

Acebo recordó que la soledad, que en inglés sí tiene una doble acepción (una con una connotación de tristeza, y otra de voluntariedad) como es solitude y lonelyness. Pero el español usa la misma palabra, de forma que estar solo, que puede ser algo voluntario y feliz, o algo profundamente triste.

Gallego empezó preguntando a los invitados sobre su relación con la soledad de niños. Y hablaron sobre la soledad que tenían que sufrir aquellos que se sentían diferentes. Dejan solos a los rechazados. Antonio de la Torre cree que en la soledad que encontró desde muy pequeño nació su vocación de actor. Reivindicó la importancia que debería tener en las escuelas la educación sentimental.

Mabel Lozano y Antonio de la Torre hablaron sobre la fama y la soledad. "Yo estuve muchos años delante de la cámara y ahora trabajo detrás de ella. Y pasé de ser conocida a dejar de serlo. Y me parece fantástica esa soledad que propicia. Ha sido un cambio maravilloso". Juan Tallón bromeó sobre el anonimato del escritor. "Mi mayor lección de humildad me la dio mi padre cuando no me reconoció por la calle", dijo entre risas.

Victoria Acebo fue preguntada por Antonio de la Torre y Cristina Gallego sobre cómo la arquitectura sirve para preservar o provocar la soledad. "Es muy importante porque el espacio es una condición de distribución. Tenemos que empezar a pensar cómo construir una soledad positiva, y hace falta una red de cuidados alrededor".

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También hubo tiempo para hablar de los efectos del confinamiento en el concepto de soledad. Cristina Gallego planteó la oscilación entre los que han añorado el contacto físico, y los que han encontrado su estado ideal, amparado por las circunstancias. "Hubo gente en el confinamiento que se quedó asquerosamente solo, pero también otras que se quedaron asquerosamente acompañados", resumió Juan Tallón. "Era como una Navidad alargada", resumió De la Torre. Y entraron conceptos como "estar rodeados", la "privacidad" o a la adaptación a las familias.

De la Torre cree que es necesidad urgente crear una ley de salud mental, que atienda las repercusiones que ha tenido la pandemia en las personas. "Hay gente que lo ha pasado muy mal, y que lo está pasando muy mal". Mabel Lozano cree que, al menos, el confinamiento forzoso nos llevó a "entender que podíamos estar solos, trabajar solos, aunque no fuera fácil para todos. A mí mi familia me llegó a caer mal".

La conversación abordó también la necesidad de verse en redes sociales, el contacto por pantalla, la comunicación como requisito. Y también dudó de si realmente vivimos la soledad. "Creo que es que no conseguimos nunca escucharnos a nosotros mismos. Siempre hay otro ruido", expuso Antonio de la Torre.

Victoria Acebo también explicó los efectos de la pandemia en el trabajo. "Nos estaba pasando algo muy grave y había un empeño en seguir trabajando. Nadie se planteó suspender la productividad para analizar lo que estaba pasando". Una idea en la que incidió Antonio de la Torre para defender la necesidad de buscar el bienestar como meta vital. Y Mabel Lozano elogió el valor ensalzado que las restricciones del coronavirus han dado a los grupos pequeños.

Hubo turno de preguntas que plantearon cuestiones sobre el coworking, o la convivencia de muchas personas en muy poco espacio. Y hasta salió la figura de los evaporados, aquellos que deciden desaparecer porque se han cansado de sus vidas y quieren emprender nuevas vidas sin dejar rastro.

Todos terminaron coincidiendo en que estamos en pleno proceso de cambio. La tranformación de un paradigma que nos llevará a unas relaciones diferentes. Incluso potenciará a "objetores del crecimiento". Gente que empezará a disentir de lo que se ha construido socialmente como éxito (tener muchos seguidores, triunfar con mucho público...) Un nuevo mundo en el que la soledad puede convertirse en un privilegio. La soledad feliz.