El operativo policial para controlar botellones suma 250 agentes este fin de semana

Madrid

Cien agentes de la Policía Municipal, el órgano competente de este asunto, y otros 150 de Policía Nacional se incorporarán este fin de semana a este dispositivo, implantado en Ciudad Universitaria, el Parque del Oeste y diferentes plazas de Centro, lugares críticos que reúnen este tipo de aglomeraciones. El operativo se suma a los 200 agentes con los que el Ayuntamiento cuenta como refuerzo desde hace meses.

Parece que ahora, con casi tres cuartos de la población diana vacunada, el miedo al COVID ha pasado a un segundo plano. Prueba de ello es el macrobotellón multitudinario que acogió la Complutense la semana pasada y que parece que puede volver a repetirse. El Consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, apelaba "a la prudencia y a la responsabilidad", apuntando que "piensen en el resto, no solo en ellos" para en un futuro "más oportunidades para divertirse".

Y, aunque el tiempo no acompañaba, las intenciones de continuar con el botellón continúan. Inmaculada Sanz, delegada de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, aseguraba esta mañana que la noche de ayer, jueves, la Policía Municipal "pudo disolver sin problema" pequeños grupos que estaban tratando de asentarse para hacer botellón. No obstante, asegura que la principal dificultad para frenar estas quedadas es que "no se convocan a través de redes abiertas, porque en muchas ocasiones se hacen a través de grupos de Whatsap o Telegram y no es sencillo poder detectarlas". Así se comentaba esta mañana en Moncloa, donde, por ejemplo, una estudiante señalaba que había quedado para tomar unas cervezas en el parque con sus compañeros "por el grupo (de Whatsapp) de su residencia".

"Me considero responsable y creo que puedo salir y divertirme y cumplir más o menos las normas" o "que abran los bares hasta las 6 de la mañana y que la gente gaste su dinero en el ocio nocturno" son algunos de los testimonios que se escuchaban esta mañana en Ciudad Universitaria. Estudiantes ansiosos de recuperar la fiesta tras año y medio de una pandemia que poco a poco olvidan.