Patricia, estudiante que estuvo en el macrobotellón de Madrid: "Era como si el COVID no existiera"
La joven, entrevistada en La Ventana de Madrid, señala que las mascarillas "brillaban por su ausencia" y que ella y su grupo de amigas se marcharon al ver el descontrol de la situación
La Policía, asegura, no intervenía salvo que hubiera violencia
![Entrevista a Patricia, estudiante que estuvo en el macrobotellón en la Complutense](https://cadenaser.com/resizer/v2/UVRLRXWZLRPN7CJ5DOV3OWL5FM.jpg?auth=88b93e58d4a8ab72ec4eaa54d35d8f1007caae43a55d4d4694707405ef432e1d&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
Entrevista a Patricia, estudiante que estuvo en el macrobotellón en la Complutense
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Madrid
"Aquello era un macrobotellón a lo bestia sin ningún tipo de seguridad", asegura Patricia, una de las miles de jóvenes que estuvo el pasado viernes en el multitudinario botellón de Ciudad Universitaria, en Madrid. Patricia ha descrito en La Ventana de Madrid Un ambiente en el que "era como si el COVID no existiera". Asegura que ella y sus amigos se acabaron marchando al ver que era imposible contactar con alguien si te alejabas solo 10 metros, porque con el aluvión, los teléfonos quedaron fuera de servicio.
"No me esperaba tal cantidad de gente. Era impresionante el número de personas que había allí". En la estación de metro, indica, no había controles de acceso y salir de ella, con los andenes abarrotados, resultaba complicado. "Había (controles policiales en las puertas de las facultades, para que no se produjeran altercados, que no se tiraran botellas o que nadie se pegara", afirma Patricia. Según cuenta, la Policía no intervenía salvo que hubiera violencia.
"Había también mucha gente menor de edad. Te chocaba ver niños de 16 o 17 años". Patricia señala que se sintió abrumada por la cantidad de gente con la que se encontró y por el comportamiento de muchos de los que allí se encontraban. "Mi grupo y yo teníamos las mascarillas puestas en todo momento; pero allí las mascarillas brillaban por su ausencia. Te las encontrabas tiradas en el suelo. Incluso en el metro, había grupos de personas que ni siquiera la llevaban puesta, iban con la música, bebiendo en el metro", recuerda.
Ella se enteró del botellón a través de los varios amigos que estudian en la Complutense. Sorprendidos, dice, decidieron marcharse antes de tiempo.