Triunfo de Roca Rey en el reencuentro de los toros con Sevilla 707 días después
El peruano cortó una oreja en su primero y dio la vuelta al ruedo en el otro, Morante perdió el trofeo con la espada en el cuarto y Aguado se lesionó el ligamento de la rodilla derecha
Sevilla
El ambiente era de día grande de toros. De hecho, el cartel de 'No Hay Billetes' se había colgado en las taquillas de la plaza a eso de las 11:30 de la mañana. Pero también fueron muchas las novedades: las puertas abrieron al público dos horas antes de comenzar el espectáculo, cada cual debía pasar a su localidad sin deambular por los pasillos interiores de la plaza y el personal de seguridad de la plaza continuamente recordó la necesidad de ponerse la mascarilla... Y de este modo, todo salió a pedir de boca en el reencuentro de la fiesta de los toros con Sevilla 707 días después del último festejo aquel ya lejano 12 de octubre de 2919 con el festival a beneficio del Baratillo y la Esperanza de Triana.
- FICHA DEL FESTEJO
En este "sábado de resurrección", llamado por algunos, el paseíllo se hizo a los sones del Plaza de la Maestranza hasta la mitad de su recorrido, allí, con las cuadrillas paradas, atronaron las notas del Himno Nacional entre continuas ovaciones y justo antes de cambiar la seda por el percal, un minuto de silencio que algunos obviaron lanzando vivas a todo lo que se movía.
Tras estos prolegómenos, Morante de la Puebla pechó con un primer oponente que ya de salida dejó muestras de su nula calidad. Tanto es así, que el diestro cigarrero salió al tercio de muleta con la espada de verdad en las manos, abreviando con un par de tocapitones, dos pinchazos y media estocada. En el cuarto cambió la historia. Fueron buenas las verónicas de recibo por el pitón derecho y, ya con la franela, dos buenas series diestras en los medios antes de que el animal hiciera por rajarse. Ahí, Morante siempre apostó, sobre todo en los remates a base de doblones rodilla en tierra, molinetes invertidos y desplantes de otra época. Lástima los dos pinchazos previos a la definitiva estocada desprendida porque se le hubiera pedido trofeo.
Sí lo logró Roca Rey ante el primero de su lote, el mejor toro del encierro de Victoriano del Río. 'Distante', que así se llamó el astado, ya embistió con calidad en el capote del peruano y, después con la muleta, en intensas series por ambos pitones. Una pena el pinchazo previo a la estocada porque la solitaria oreja quizás hubieran sido dos. En el quinto, también pidió premio el respetable, pero el usía de turno hizo oídos sordos a la petición. Antes, el diestro limeño veroniqueó con mano baja y rivalizó en quites con Aguado: el sevillano por chicuelinas y Roca por gaoneras. El comienzo de faena con las dos rodillas en tierra y templando los muletazos por el pitón derecho enardecieron al público pero amedrentaron un tanto al toro, que ya solo le dio opción a pegarse un serio arrimón metido entre los pitones. Medía atravesada y un descabello dejaron el premio en una ovacionada vuelta al ruedo.
No tuvo su tarde Pablo Aguado desde el punto y hora que cortando en el tercio de banderillas del primero de la tarde se resintió de una lesión en el ligamento de la rodilla derecha. Pasó a la enfermería para infiltrarse y así pudo aguantar ante dos toros que sí, tuvieron movilidad, pero con escasa chispa el primero y un puntito de genio el que cerró plaza. Para colmo, descabellando al sexto -también lo hizo en el tercero- la lesión dio la cara con una fuerte cojera que le obligó a despedirse de la afición camino de la enfermería.
Terminaba así el primer festejo de la Feria de San Miguel. Para este domingo se anuncian toros de Jandilla-Vegahermosa para el granadino David Fandila 'El Fandi', el alicantino José María Manzanares y el sevillano Juan Ortega que afronta su presentación ante su público de la Maestranza.