2-2. Felicidad... y sufrimiento en Can Misses
Un gran Ibiza durante 60 minutos cedió ante un Málaga con más físico en la segunda parte
Ibiza
Durante 62 minutos los 2.487 aficionados que presenciaban en las gradas de un remodelado y coqueto Can Misses el primer partido de liga de su equipo en la Segunda División disfrutaban de una sensación inigualable para un aficionado al fútbol : la felicidad. La dicha de ver ganar al equipo de tus colores y tener cerca el primer triunfo en la nueva categoría.
Ver un Ibiza superior a un equipo histórico como el Málaga y sobre todo disfrutar con dos goles de antología. Ambos con el sello del joven polaco Bogusz, uno de los fichajes de esta campaña y que ha tardado muy poco en meterse en el bolsillo a la afición con un arranque deslumbrante.
Lamentablemente, esos mismos espectadores tuvieron que morderse las uñas y sufrirlo que no está escrito durante el resto del encuentro, algo que también conocen muy bien los aficionados. Ya saben aquello de los partidos duran 90 minutos más la prolongación. El conjunto andaluz no vino a pasear a Ibiza y su gran reacción tuvo como premio el empate.
Con un solo cambio en relación al partido de la Romareda, la entrada de Javi Lara por Ekain, los celestes fueron un señor equipo durante el primer tiempo. Al compás que siempre maneja Manu Molina, un jugador cinco estrellas, que roba, distribuye, manda, busca siempre la mejor solución para el equipo y mientras le duraron las fuerzas fue el amo y señor del medio campo con su fiel escudero Javi Pérez. Pero en ese primer tiempo el Ibiza fue un conjunto coral, donde nadie desentonó la brega de Cifuentes por un costado, los destellos de Lara por el otro, la pelea de Castel con la defensa del Málaga la solencia en defensa y una presión eficaz en la medular le pusieron claramente por encima de un Málaga que tuvo una gran ocasión en una mano a mano de Kevin que solventó de forma sensacional Germán pero que no hizo más en todo el primer tiempo. Carcedo pidió a los suyos personalidad y eso fue lo que mostraron para redondear 45 minutos excelentes.
La insistencia local, con un primer disparo de Javi Lara que se perdió fuera por poco tuvo su premio a los 18 minutos.Cifuente progresó por su banda y mandó un caramelo al área. Un centro templado. Lo demás fue cosa de Bogusz que sin dejar caer el balón golpeó con clase lejos del alcance de Dani Barrio. Un golazo, el primero de la UD en la Segunda División y un hueco en la historia del deporte ibicenco para el fino jugador polaco.
Parecía que el gol podía hacer reacciònar a los visitantes, pero el partido lo siguió manejando la UD con el control en la zona ancha y sin pasar apuros en defensa. La afición entregada se lo pasaba en grande y debía pensar que el calor sofocante en las gradas merecía la pena porque la fiesta no paraba.
Al descanso se llegó con ventaja local y en la reanudación comparecieron los mismos 22 futbolistas pero el guión del choque cambió. El Málaga presionaba más arriba desde el pitido arbitral y Brandon ya avisó con una galopada por su banda sin que el centro encontrara rematador.
Al Ibiza le costaba más mantener la posesión, pero Bogusz lo volvió a arreglar. A los 61 minutos recibió en posición de extremo izquierdo, en lugar de buscar progresar por la banda buscó la jugada por dentro y al llegar al vértice del área sacó un golpe seco que se coló por la escuadra del marco de Dani Barrio que no entendía como se podía disparar con esa precisión y eficacia. Un gol de antología y una renta que parecía interesante.
Pero no. El Málaga había hecho un triple cambio buscando más mordiente y enseguida recortó distancias en una acción en la que se juntaron en el medio campo Roberto y Jairo, dos de los recién incorporados, ante la pasividad local y Luis Muñoz entró desde la segunda línea por el centro de un despistada defensa de la UD que achicó mal en la jugada y Muñoz definió de forma perfecta ante Germán.
A partir de ahí comenzó otro partido, con un Ibiza tocado físicamente. El Málaga percutía una y otra vez por su banda derecha haciendo sufrir como nunca Morillas, que no tenía la ayuda del jugador más adelantado y se encontraba siempre en inferioridad ante dos atacantes. Se había marchado del campo Lara y entró Ekain buscando más solidez en la zona ancha. Pero el Ibiza había perdido la brújula y se jugaba a lo que querían los malagueños.
A pesar de perder frescura física, Tuvo la sentencia Castel en una contra, pero tras driblar al portero escorado desde fuera del área disparó fuera a puerta vacía.
Y tantas veces va el cántaro a la fuente y la insistencia de los visitantes que en otro centro desde la banda derecha, esta vez fue Haitam quien bailó a Morillas, y su centro lo remató Roberto para poner las tablas en el marcador a los 87 minnutos.
En los compases finales tuvo el 2-3 el Malaga en un cabezado de Juande y la victoria el Ibiza en un saque de esquina con un primer remate de Goldar que rechazó Barrió y el remate posterior de Davo, otro de los que entraron de refresco pegó en el exterior de la red.
No hubo tiempo para más. Para un aficionado neutral, un partidazo con cuatro goles, todos de bella factura, una afición que pudo disfrutar del fútbol en directo, un campo remodelado que ofrecía una imagen impoluta y mucha emoción.
Para la UD Ibiza, lo positivo es que después de dos jornadas no ha perdido. Lo menos bueno es que no puedes dejar en esta categoría que te empate un partido con una renta de ds goles en el segundo tiempo. Pero ya se sabe que nadie nace aprendido y que los tropiezos también te enseñan.
Joan Tur
Redactor Radio Ibiza SER y jefe de SER Deportivos Ibiza. Desde la década de los 90 en la cadena. ...