Smishing, cuidado con los SMS
Simulan la identidad de un banco, institución pública u otra entidad para conseguir nuestros datos o realizar algún cargo económico

Smishing es una técnica para engañarnos a través de SMS y conseguir nuestros datos o cargar gastos a nuestra cuenta. / designer491 (Getty Images)

Fuenlabrada
Si recibe un SMS en su móvil de alguna entidad pública o privada solicitando sus datos privados o que entre en un enlace adjunto, piénseselo dos veces antes de contestar. Puede estar siendo víctima de smishing. Esto es una técnica quizá no tan conocida como el phishing, pero que puede causar el mismo daño que esta otra práctica, utilizada por cibedelincuentes, según indica José Antonio Rubio, doctor en Ciberseguridad por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Smishing, cuidado con los SMS. José Antonio Rubio, doctor en Ciberseguridad por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), ofrece consejos para no caer en engaños.
El smishing consiste en el envío de un SMS a nuestro teléfono móvil en el que se simula ser una entidad como un banco o institutición pública, por ejemplo, con el fin de robar información privada o intentar realizar un cargo económico. Según indica el Instituto Nacional de Ciberseguridad, INCIBE, por lo general el mensaje “invita a llamar a un número de tarificación especial o acceder a un enlace una web falso bajo un pretexto”.
Es por tanto una vía de engaño que nos puede llegar fácilmente y que juega con varias cosas a su favor. Por un lado, según indica Rubio, lo que nos llega al móvil lo consultamos por la calle, en el trabajo o mientras hacemos otras cosas, luego la atención que prestamos es menor y es más fácil que caigamos en el engaño. Por otro, la rápidez para contestar y pasar a otro asunto, también juega en nuestra contra.
Por eso, Rubio recomienda leer bien cada SMS que nos llegue y no pinchar en ningún enlace, ni dar nunca datos personales, claves o números de cuenta. Ante cualquier duda ir a la página oficial del remitente, o si es del “banco, de Correos o de Hacienda por ejemplo, también podemos llamar y verificar lo que nos piden en el mensaje”, afirma. Sobre todo, no tener prisa y aplicar siempre la prudencia y el sentido común.