Un crímen machista oculto durante ocho años
La SER accede al caso de un hombre que enterró en el barranco Santos a su pareja
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El presunto asesino se enfrenta a 25 años de prisión. / Cadena SER
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Santa Cruz de Tenerife
Hay crímenes que permanecen sin resolver durante años y algunos ocultos. Este es el caso de una mujer que permaneció durante ocho años desaparecida. Había estado en prisión durante tres años por un delito contra la salud pública. En el mismo centro penitenciario de Tenerife II, se encontraba tambien su pareja cumpliendo condena por un delito de lesiones. Tras salir de la cárcel, retomaron la relación. Todo parecía marchar bien. Vivían en una pensión y el hombre vivía de la pensión no contributiva que percibía su pareja. Sin embargo, en abril de 2009, ella decidió terminar con su relación. Desde entonces se perdió el rastro. La hija, al no recibir noticias de su madre, denunció la desaparición ante la Policia. La búsquda fue infructuosa. Todo parecía que iba a quedarse como una desaparición más, de las ciento que se registran en el Archipiélago, hasta el siete de julio de 2016. Aquel día, unas lluvias torrenciales hicieron correr el barranco de Santos en Santa Cruz de Tenerife. Una pareja que paseaba a su perro descubrió un cadáver semienterrado en un macuto penitenciario.
La Policia Judicial no tardó en detener a la pareja de la víctima y resolver el crímen cometido ocho años antes. En aquella noche de julio de 2009, el asesino y su víctima se encontraban en una pensión y fue allí en donde la mujer, quien tenía un grado de discapacidad del 90 por ciento, le comunicó que daba por terminada la relación. Según la calificación de Fiscalía, a la que la SER ha tenido acceso, el acusado propinó una paliza y estranguló a la mujer provocándole la muerte. Tras cometer el asesinato, limpió la escena e incluso sacó una foto del cadáver con su teléfono móvil que guardó en unos de los petates facilitados por el Centro penitenciario y lo enterró en una cueva en el barranco. Por todo ello, el fiscal considera al acusado como autor de un delito de asesinato con agravante de alevosía, ensañamiento y parentesco y solicita la pena de 25 años de prisión y el pago de 300.000 euros a los herederos de la víctima en concepto de responsabilidad civil.