La importancia de la salud mental, agravada y ocultada por la pandemia

Aranda de Duero

La pandemia ha originado la mayoría de las noticias. Y mientras tanto, otras enfermedades o problemas se han resentido debido a ese desvío de atención. Hoy hemos puesto el punto de vista a una de ellas, la salud mental, que además se ha visto extremadamente resentida. Evaristo Arzalluz es el director gerente del hospital, y hoy ha venido acompañado de Beatriz Carrasco, neurocirujana y psiquiatra del centro arandino.

"Todos nos agobiamos con diagnóstico o sin diagnóstico. Todos necesitamos una seguridad, saber si vamos a poder pagar esas facturas, si ese ERTE va a ser un desempleo... El problema viene cuando esa clínica nos limita y se agrava. Y es ahí donde nosotros tenemos que estar y apoyar, no solo con fármacos, sino con nuestro apoyo, para que sientan un poco de seguridad en esta situación que se ha dado", explica la profesional.

Y es que la salud mental ha aumentado su demanda en la comarca, como expresa Evaristo Arzalluz. "Del año 19 al 20, que es el primer año de pandemia, las consultas primeras y sucesivas han aumentado en un 23%, lo cual ha obligado a los profesionales de salud mental a hacer tardes extras para no abandonar a la gente, mantenerla atendida, arropada", dice.

"Hubo una reunión en la que nos planteamos en qué podíamos ser útiles en salud mental. Si podíamos aportar un poco más estando para los pacientes, los compañeros y ayudando a los compañeros de Burgos. Nos tocaba estar para todo. Y sí es verdad que es algo que nos ha afectado a todos, hay un cambio que tenemos que asumir y la demanda de compañeros que han solicitado ayuda ha sido importante. Estamos en una zona con población envejecida y me ha chocado cómo han sufrido los mayores y cómo han sufrido sus familiares por ellos. También vemos pacientes de 17 años en adelante, pero también es una franja de edad que han sufrido mucho. El resto lo ha sufrido pero es ahora cuando vemos que esos trabajadores que no pueden trabajar lo están pasando mal. Ahora predomina el problema en quienes no saben cómo van a tirar hacia delante", asevera Carrasco.

La incidencia de la salud mental

Pero esta compleja realidad ha ido, en ocasiones, más allá... ¿Cómo afectó el confinamiento a los drogodependientes? "Tuvimos una temporada que las personas consumidoras se encontraron con barreras para acceder a la sustancia, hubo gente que aprovechó para bien y dejar la droga y lo ha conseguido, pero pasadas esas restricciones, sí hemos visto un aumento significativo en el consumo de alcohol, porque es como un ansiolítico que ayuda a quitar el malestar", muestra la profesional psiquiátrica.

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También ha incidido la pandemia en violencia de género, y problemas de convivencia. "La familia en momentos como hemos pasado puede ser aquello que nos sostenga cuando lo demás no está, pero cuando las relaciones no son como debiesen, pasar tantas horas de convivencia ha agravado problemas familiares y de pareja y hemos tenido que intervenir ahí" reconoce Carrasco.

Diagnóstico y solución

¿Cómo detectamos que tenemos que recibir ayuda? ¿Cómo se evita caer en un problema? "Uno no tiene por qué preocuparse por sufrir cuando la situación no está bien. Es lo normal. Lo contrario sería patológico. Hay que pedir ayuda cuando esa intensidad nos limita el día a día, cuando no sabemos salir. Cada uno tiene que hacer su propio trabajo personal, todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades, lo que nos ayuda y lo que nos debilita. Y nos ayuda tener una rutina, buen descanso y alimentación, una chispa que ese día que haga que no sea el día como el anterior, pero que sí haya rutina", añade, recordando que "la salud mental va de la mano del día a día de la sociedad".

Y aún hay más. Entre los profesionales sanitarios existe una gran preocupación por la población joven. Arzalluz cuenta que "es la primera vez en el que la primera causa de muerte entre la juventud es el suicidio". "Ha aumentado un 30% respecto a las anteriores mediciones. No soy psiquiatra pero tengo actividad asistencial, y me preocupa la primera juventud. A partir de esos 17, 18 años, y sobre todo en mujeres, he visto trastornos de bipolaridad, crisis de ansiedad, trastornos ansioso depresivos, y personas que desde el punto de vista objetivo no deberían tener problemas", especifica.

Por todo, y por mejorar la salud mental, la psiquiatra del centro arandino explica que ante el antes y después que ha marcado la pandemia "nos toca buscar alternativas a esos alicientes que antes teníamos, se pueden buscar, pero antes tenemos que hacer ese trabajo personal". "Cada uno tiene que buscar esa chispa en su vida porque lo que le vale a una persona no le vale a otra. Una depresión no es igual en una persona que en otra. Hay una parte del trabajo que tenemos que hacer nosotros. Las personas necesitan que les acompañemos, pero el objetivo es que llegue un punto que nuestra compañía no sea prescindible y hay una parte que depende de esa propia persona", concluye Carrasco.

La charla puede reproducirse al completo en el siguiente audio.