Educación advierte de que hasta el próximo verano no se pueda retirar el amianto en los colegios de Alicante

Alicante

Los colegios que en Alicante tenían programado retirar el amianto de sus instalaciones este verano tendrán, con toda probabilidad, que esperar ya hasta el próximo para hacerlo.

Más de dos semanas después de la reunión que mantuvieron Ayuntamiento y Conselleria de Educación, ni una ni otra administración ha dado el paso para reubicar a los tres bedeles que se alojan en el CEIP Azorín, el Emilio Varela y el Tossal.

Los trabajos del CEIP Rabassa finalmente pudieron arrancar tras esa reunión del pasado 26 de julio entre el alcalde Barcala y el director general de Infraestructuras Educativas, Víctor García, con un plazo de ejecución de 30 días. Tampoco ha habido problema con iniciar las obras en el centro San Nicolás de Bari ni en el Gabriel Miró, donde no tenían el escollo del conserje, pero a menos de un mes de que el 8 de septiembre arranque el curso en Primaria, se sigue manteniendo la incógnita respecto a los colegios Emilio Varela, El Tossal y Azorín.

En este último, al problema del realojo del conserje se ha sumado otro: la ampa del colegio Azorín, de hecho, ha publicado este miércoles en su blog que con toda probabilidad esa retirada no se llevará a cabo este verano "dado que la empresa adjudicataria no tiene los suministros necesarios para empezar", algo de lo que culpa a la Conselleria. También al Ayuntamiento por no realizar "las labores de mantenimiento que el centro necesita con urgencia", dicen.

Desde el Emilio Varela, la secretaria de la AMPA, Sonia Fernández, asegura que la información a día de hoy es "cero" por parte de ambas administraciones.

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Y desde la FAPA Gabriel Miró, Sonia Terreros, su presidenta achaca directamente a la Conselleria lo sucedido y dice que las familias están "indignadas" porque tras aquella reunión entre Generalitat y Ayuntamiento, el problema con los bedeles continúa sin aclararse.

Educación admite ese problema con la empresa adjudicataria en el Azorín, a la que se rescindirá el contrato -aseguran fuentes de la conselleria- si tras una cita que han concertado en los próximos días, persiste en su incumplimiento. Aún así, insisten en que si en éste y en los otros dos centros donde hay conserjes las obras no se han podido iniciar, como estaba planificado, sigue siendo porque el Ayuntamiento no ha buscado vivienda alternativa para ellos, pese a que les fue comunicado "en tiempo y forma", así como los plazos para las obras, y a que se les sigue apremiando a que lo hagan, reiteran esas fuentes.

Por su parte, el Ayuntamiento alega que en esa última reunión dijeron que estudiarían caso por caso y que, de cualquier forma, las obras las fija Educación, el Ayuntamiento las notifica a los conserjes y el Consell asume el coste del realojo de aquellos que no tengan vivienda alternativa.

El caso es que el calendario sigue corriendo y si en unos días no hay solución habitacional para esos conserjes, las obras tendrán que aplazarse hasta el verano próximo.