Adiós a Alfonso Peláez, un articulista irrepetible

Gijón

“Ha sido un duro golpe para nosotros, para el periódico, porque Nacho (su hijo) es nuestro compañero (redactor) y porque él fue articulista de LA NUEVA ESPAÑA durante dos décadas y pico”. Fueron centenares de “pequeños artículos” que García ha descrito como “costumbristas, muy divertidos y ácidos” y que Peláez, “que jamás fue digital” enviaba a LA NUEVA ESPAÑA en “unas cuartillas escritas con máquina de escribir, aunque él escribía en todos los lados con su boli Bic y sus servilletas”.

García ha recordado emocionado en SER Gijón al conocido gijonés que, además de colaborador, “fue uno de los grandes amigos que yo hice en Gijón, un personaje y articulista irrepetible”.

Alfonso Peláez (Gijón, 1954 -2021) fue médico de carrera aunque nunca ejerció como tal, “solo entre amigos y porque siempre le preguntábamos. Tenía muy buen ojo”. En su lugar, desarrolló una larga carrera comercial al frente del negocio familiar “la centenaria Droguería Asturiana” junto a “esos productos milagrosos de los que nunca desvelaba su fórmula” y acompañado por una frustración deportiva, “siempre dijo que le hubiera gustado ser futbolista”.

Con varios libros 'best sellers gijonudos' publicados como “Escogiendo lentejas”, “El Bellavista tiene historia” o “Histories del Molinucu", era un amante de los baños en San Lorenzo, de los toros, del citado futbol, la buena mesa y la conversación. “Divertido, coñón, a veces cascarrabias, un rojo convencido que no aguantaba que le hablaran de Franco. Peláez era Gijón en vena” así lo define el subdirector de LA NUEVA ESPAÑA que añade la “simbiosis perfecta que hizo con el periódico, al que le venía muy bien un articulista local, de ese Gijón que se está perdiendo y donde él se reconoció así mismo como articulista”.

Alfonso Peláez deja viuda, Isabel Vila, y dos hijos, María e Ignacio.

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