Cáritas siempre
Manuel Pareja

Manuel Pareja / Radio Jerez Cadena SER

Jerez de la Frontera
La memoria de 2020 presentada por Cáritas Diocesana de Jerez hace un par de semanas revela una realidad bien conocida por todos, cómo la pandemia ha golpeado más duramente a los más vulnerables y como una crisis no esperada ha barrido “sine die” la débil situación de muchas familias. Mujer, de mediana edad, nacional, y con cargas familiares, ha sido la que ha llevado la voz cantante en la petición de ayudas, la que sigue estando al frente de los cuidados, la que más se mueve para sacar a los suyos adelante. En estos tiempos en los que hablamos sin cesar de brecha digital, desigualdades de género y una larga lista de agravios que no deberían ser propios de sociedades avanzadas, la pobreza sigue ocupando un sitio central. Y no debemos limitarnos sólo a la pobreza de recursos económicos- que son de por sí lacerantes- sino esa otra pobreza de recursos personales, de valores y aprendizaje que dificulta la movilidad social. No nos debemos conformar dando bolsas de comida. 2020 fue, por la pandemia, el año de atender necesidades básicas, pero existe otra pobreza más preocupante, más difícil de paliar, más cara, que necesita mucho acompañamiento en un largo tiempo y menos vendible políticamente: dar instrumentos a los más vulnerables para que por sí mismos salgan de su situación. En la fórmula para conseguirlo, podemos discrepar, pero ninguna administración pública de ningún color político es capaz de abordar esta lacra con la perspectiva y la apuesta de tiempo necesaria, ni aunque planifiquen a 2050 vista.