Carta de agradecimiento del ex alcalde de Castrillo al colegio de la localidad
Juan José Gutiérrez recibió una bonita sorpresa de los estudiantes del centro con un sentido homenaje a su etapa en el consistorio
Aranda de Duero
Es mi intención agradecerles vivamente con la presente carta el reconocimiento a mí persona, que ustedes todos tuvieron a bien tributarme el pasado día 23 del corriente, con ocasión de que el colegio celebrara el festival donde los alumnos recibáis los birretes y orlas, porque ya dejaran de formar parte del alumnado del mismo y pasaban al grado superior en el Instituto de Aranda de Duero o bien concluían uno de sus ciclos.
La ocasión era en sí misma emocionante para todo nuestro pueblo y, personalmente, al ser invitado asistí a ella con la misma ilusión de otros años. La gran sorpresa para mí fue que, justo antes de comenzar el evento, todos vosotros quisierais y hubierais dispuesto las cosas de modo que mi persona se viera agasajada tan delicadamente por vuestro cariño y reconocimiento. ¿Qué os puedo decir, sino que me llené de emoción sana y de un generoso agradecimiento hacia todos vosotros?
Sin duda que en mi persona quisisteis reconocerle a nuestra Corporación Municipal tanto como, siendo hasta hace bien poco su Alcalde-Presidente, este Ayuntamiento de Castrillo de la Vega ha hecho por conseguir un buen colegio, acogedor y práctico.
Haciendo memoria, recuerdo cuando en el año´87/’88 se instaló la calefacción, sustituyendo a las famosas estufas de serrín. Más adelante se intervino en la remodelación completa de los servicios, las contraventanas de aluminio y un largo etcétera, que todos vosotros conocéis.
Últimamente, la mejora se ha conseguido dándole un lavado general, cambio del tejado, suelos, aseos, cambio total de ventanas, mejora de prestaciones con el comedor, etcétera. Vosotros sí sois conscientes de que, durante todos estos largos años en los que por decisión de las urnas democráticas he residido nuestra alcaldía, el colegio -como no podría ser de otro modo- ha sido una prioridad de toda la Corporación.
También, desde luego, una obligación primordial para cualquier Corporación. La educación es tarea primordial de nuestros pueblos y entidades públicos y el profesorado hay que mimarle tanto más que a los médicos. Son dos estamentos imprescindibles para el funcionamiento adecuado de nuestras sociedades y para su adecuado bienestar y progreso.
Lo que de verdad me he emocionado grandemente es que tuvierais la delicadeza de reconocerle a mi esposa su tarea callada y abnegada en tantos años como he querido estarle prestando este servicio público a nuestro pueblo. El detalle del tiesto tan hermoso e inesperado me llenó de satisfacción por ella y de agradecimiento hacia vosotros por haberla querido manifestar este reconocimiento de forma tan singular.
Ha sido una gran intuición por vuestra parte, porque tanto a ella como a mí y a la familia nos ha llenado de gozo. ¡Muchísimas gracias! Ya sabéis que contáis conmigo para cuánto se os ofrezca y pueda ser útil.
Con cariño, Juanjo.