Se enfrenta a 10 años de prisión por violar a una compañera de trabajo

Palencia

La Audiencia Provincial de Palencia tiene previsto juzgar el lunes a un hombre, de nacionalidad peruana, al que el Ministerio Fiscal acusa de haber cometido, presuntamente, un delito consumado de violación a una compañera de trabajo, de la misma nacionalidad. Por este delito le pide una pena de 10 años de prisión y, en el apartado de responsabilidad civil, una indemnización por daños morales en favor de la víctima de 6.000 euros. Por su parte, la acusación particular solicita igualmente 10 años de prisión, la prohibición de acercarse a ella a menos de 200 metros durante 15 años y 10.000 euros de indemnización por los daños morales sufridos. Como consecuencia de las agresiones la víctima, que tiene residencia legal en España, está diagnosticada de un trastorno de estrés postraumático.

Según el relato del Fiscal la víctima, casada y con dos hijos, se trasladó de Perú a España para trabajar en el servicio doméstico y enviar dinero a su familia. La empresa para la que trabajo la destinó a cuidar a una anciana a una localidad de la provincia de lunes a viernes mientras que el fin de semana se trasladaba a otra localidad junto a su hermana. Los fines de semana regresaba en autobús hasta Palencia para posteriormente coger un tren y trasladarse a casa de la anciana, hecho que era conocido por el acusado ya que trabajaban juntos en la misma empresa. El 29 de octubre de 2017 el acusado, siempre según el escrito del Fiscal, se personó en la estación de autobuses y envió un mensaje a la víctima ofreciéndose a llevarla a su puesto de trabajo a lo que ella accedió pensando que así ahorraría tiempo.

Fue entonces cuando el acusado, en lugar de llevarla a su destino, la condujo por la carretera que pasa por el barrio de San Antonio y, tras pasarlo, girar a la izquierda hacia el río, en un lugar muy apartado. Allí paró el vehículo y comenzó a tocar a la mujer por todo su cuerpo, pese a la resistencia de la víctima y sin que hiciera caso a sus constantes negativas. El acusado, tras quitarle varias partes de su ropa, consumó la agresión sexual con los dedos. En un momento dado logró zafarse de su agresor y salir del coche. A pesar de estar en estado de shock y no conocer la zona pudo caminar hasta encontrar a gente que le indicó. La Fiscalía resalta en su informe que la víctima es una mujer muy tímida y tiene la experiencia negativa de que en su país apenas se persiguen las agresiones sexuales. Por esta causa, no denunció los hechos ni fue al médico.

Sin embargo, el 4 de noviembre, siempre según la Fiscalía, sufrió una segunda agresión sexual. Fueron hermana y su profesor de autoescuela quienes notaron que se había producido un cambio en su comportamiento. Tras mucho insistir, les contó lo que había ocurrido, tras lo que le indicaron que debía denunciar los hechos y buscar ayuda psicológica. Así fue como la víctima denunció ambas agresiones en la Comisaría de Policía Nacional el 12 de diciembre de 2017. Desde que se produjeron los hechos, la mujer tiene miedo y no ha vuelto sola a Palencia. Siempre está acompañada por una persona de su familia o por una amiga.