Charcos, barro y malestar
Las consecuencias de la tromba de agua caída sobre la capital el viernes y que convirtió la carretera de la estación en un océano
Vecinos y comerciantes reclaman que se actúe para evitar la acumulación de agua después de estos episodios de fuertes lluvias
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Zamora
El vídeo grabado con un dispositivo móvil desde dentro de un turismo –que hacía las veces de vehículo anfibio-en la rotonda de la estación pasaba de teléfono en teléfono en la tarde del viernes. Y no era para menos, en él podía verse como varios coches atravesaban una tremenda balsa de agua de color chocolate en la misma entrada de la estación del ferrocarril.
La tremenda tromba de agua y granizo que caía al mediodía de la tarde del viernes provocaba esta situación que recoge el vídeo publicado en la red social facebook por Pedro Jesús Álvarez dejaba imágenes más propias de la gota fría del levante español, que de una provincia del noroeste de la Península Ibérica y con la pluviometría propia de eso que algunos dieron en llamar la “España seca”.
En la mañana de este sábado, las consecuencias del chaparrón podían observarse en las aceras y en la calzada de esta zona de la capital: restos de barro y de tierra húmeda, y un importante charco en una de las puertas de la estación del que es probable que si las previsiones de la AEMET se cumplen tarde poco en evaporarse. Algo que no parece que vaya a pasar con el malestar que el episodio ha provocado entre vecinos y comerciantes.
El propietario de un quiosco muy próximo a la rotonda aseguraba que a las puertas de la estación confluyen las avenidas de agua provenientes de la misma carretera de la estación, pero también de las calles Federico Cantero Villamil y Antón de Centera, creándose las espectaculares imágenes que pueden verse en el vídeo. La intranquilidad en la zona, admite este industrial, se acentúa al registrar esta parte de la ciudad un mayor volumen de tráfico derivado de las obras del puente de la autovía de la Avenida de Cardenal Cisneros.
En la confluencia de la calle Víctor Gallego con la carretera de la estación, también se dejaron notar los efectos de la lluvia y el granizo. Según el propietario de un negocio hostelero de la zona, el agua bajaba con fuerza y en gran cantidad por este tramo de la calle, “en la que no hay un solo aliviadero”, a pesar de lo ocurrido nadie ha tenido que lamentar daños, pero si recuerdan lo peligroso de no contar con estos conductos para vaciar el agua de lluvias como las que está sufriendo la provincia en los últimos días.