Carlos Ortega: 'Recuerdo que las noches de Reyes eran un hormiguero hasta la madrugada'

Granada

El movimiento sísmico que internet está ejerciendo para el comercio grande y pequeño no es nuevo. Ni mucho menos. Hace treinta años, se produjo otra falla histórica, un movimiento grueso que se tragó decendas de tiendas en Granada, entre ellas Almacenes 95, conocido popularmente como 'El 95'. El impacto en el sector lo provocó la aparición de los grandes almacenes, gigantes e hipnotizantes, que amenazaron con tragárselo todo.

En esta entrevista con Carlos Ortega, el hijo del dueño de 'Almacentes 95', nos adentramos en la Granada de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, cuando ese comercio era próspero, era necesario, cuando una loza, un cristal o un caballito de madera suponían un lujo a veces inalcanzable para tantas familias.

Almacenes 95, 'el 95', era referencia de gentes llegadas de toda la provincia en busca de tejidos, de los primeros electrodomésticos, de juguetes. Cuando el centro atraía a miles de personas cada día en busca del mejor género con un fajo de billetes escondido y meses de ahorro después,

Viajamos también a los 70, a los 80, sin internet, sin teléfono móvil, una España ni mucho menos en blanco y negro sino una etapa que fue experimentando una progresiva aceleración económica.

Durante la charla, Carlos rememora las noches de Reyes en las tienda de BibRambla, "que era un hormiguero hasta la madrugada", o cómo el Día de la Toma "sacábamos al escaparate juguetes que nos habíamos guardado en Navidad cuando ya estaban agotados en toda España".

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También desvela el motivo del nombre de la cadena de tiendas: "95 céntimos de peseta, así que se puede decir que mi padre tuvo la idea que fue precursora de los Todo a 100 que vinieron después".

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