Piden a Ayuntamiento y Diputación de Palencia que aprueben el apoyo al acceso universal a las vacunas COVID-19

Palencia

Amnistía Internacional pide valentía y decisión a los grupos políticos palentinos para aprobar la moción de apoyo al acceso universal a las vacunas contrala COVID-19 para la población mundial sin discriminación que se debatirá en el pleno de junio. Ya se han aprobado mociones más de 70 Ayuntamientos y Diputaciones por toda España como los de Barcelona, Cáceres, Pamplona, Toledo o Zaragoza, o Benavente y Toro en Castilla y León. El Senado de España y el Parlamento Europeo ya han aprobado mociones en la misma línea.

La moción pide la eliminación de obstáculos para garantizar que las vacunas se desarrollan y fabrican en cantidad suficiente, se distribuyen a tiempo en todo el mundo y que los derechos de propiedad intelectual no impidan a ningún país garantizar el derecho a la salud. Esto incluye acordar una exención temporal y puntual de determinados aspectos del acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) para la producción de productos sanitarios contra la COVID-19.

Con motivo de la cumbre de los países del G7 se ha puesto de manifiesto que el egoísmo de los países ricos es el mayor obstáculo para acabar con la pandemia de COVID-19, será imposible cumplir las promesas del G7 de vacunar al mundo antes de 2022 si los gobiernos continúan bloqueando las propuestas de exención de patentes y de intercambio de tecnologías que salvan vidas. El año pasado, Sudáfrica e India propusieron la exención de las normas sobre propiedad intelectual para permitir que otros países fabricasen pruebas diagnósticas, tratamientos y vacunas contra la COVID-19. Esta propuesta cuenta ya con el apoyo de más de 100 Estados, incluida España

De las naciones del G7, sólo Estados Unidos ha respaldado expresamente la exención de las patentes para las vacunas y Japón ha declarado que no se opondrá a las iniciativas si se acuerdan. Alemania y Reino Unido siguen oponiéndose con vehemencia al plan, a pesar de su potencial de aumentar masivamente la producción de vacunas y salvar millones de vidas, mientras Canadá, Italia y Francia se mantienen al margen. Si continúan las tendencias actuales, los países más pobres del mundo no vacunarán a su población hasta 2078. Mientras tanto, los países del G7 van camino de vacunar a su población antes de enero de 2022.

Al finalizar mayo de 2021, el 42% de la población de los países del G7 había recibido al menos una dosis de la vacuna, frente a menos del 1% en los países de bajos ingresos. El 28% de las vacunas contra la COVID-19 entregadas antes del final de mayo lo fueron en países del G7, que representan sólo el 10% de la población mundial. Reino Unido solo había administrado casi el doble de inyecciones que todo el continente africano a pesar de que su población es veinte veces más pequeña.

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El aumento de la producción de vacunas bloqueado por los países más ricos La mayoría de los países del G7 —donde están ubicados muchos de los mayores fabricantes de vacunas—se han opuesto a las propuestas de eximir de las normas de propiedad intelectual para las vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos contra la COVID-19. El camino en el que estamos actualmente no beneficia a nadie, no hay modo de que la vida vuelva a la normalidad, en ninguna parte, si sólo está vacunada la población de un puñado de países.

El fin no estará cerca hasta que los países ricos dejen de acaparar vacunas y empiecen a hacer frente a sus obligaciones internacionales .Los países más ricos del mundo deben anteponer la salud de la población mundial a la cuenta de resultados de las grandes farmacéuticas. Tenemos el poder de acabar con esta pandemia; tenemos múltiples vacunas muy exitosas y mecanismos globales para entregarlas.

Una solución real La Alianza Vacuna para el Pueblo que pide la exención inmediata de la propiedad intelectual, el intercambio de tecnología y la financiación de la fabricación mundial ha calculado que se podrían producir 8.000 millones de dosis en un año por tan sólo 25.000 millones de dólares. La Alianza cuenta con el apoyo de multitud de líderes mundiales, personas galardonadas con el Premio Nobel, científicos y científicas, y dirigentes religiosos como el Papa y el Dalai Lama. Las encuestas de opinión muestran que el 70% de la opinión pública de los países ricos apoyan que se acabe con los monopolios de las grandes farmacéuticas.