La autoestima de Asturias

Asturias

Parece que algo se mueve en el Gobierno asturiano. Da la sensación de que el presidente del Principado, Adrián Barbón, podría haber decidido, por fin, cambiar de estrategia y llevar a cabo una política que vaya más allá de la pandemia. Al menos en las últimas semanas ha ido abandonado su enclaustramiento en la sede gubernamental de la ovetense calle Suárez de la Riva y ha acudido a algún que otro acto al margen de la Covid 19.

Quizás el más llamativo de todos ellos sea el que tuvo que ver con la conmemoración del 213 aniversario de que la Junta General declarase la guerra a Napoleón, que se celebró el martes en el Palacio Conde de Toreno de Oviedo. Barbón aprovechó la oportunidad para lanzar una especie de proclama en defensa de la autonomía asturiana, reivindicando "la autoestima y capacidad del Principado para construir el futuro", poniendo la "audacia" de esta región en 2008 como ejemplo ante la imparable revolución "industrial y económica" que supondrá la descarbonización.

"Asturias necesita hoy otra vez rebelión y fe en sí misma para ganar otro cambio inevitable, el de la transformación de nuestro paradigma industrial y económico, que solo va a poder ser verde y digital", dijo. ¿A qué se referirá el jefe del ejecutivo autonómico cuando habla de rebelión? Contra el ejército francés no es, seguro. ¿Será contra aquellos que no están facilitando precisamente la transición hacia la nueva Asturias a la que se refiere el presidente regional, es decir los miembros del Gobierno de Pedro Sánchez, empezando por el propio líder socialista?

Los antecedentes de las relaciones de Barbón con sus correligionarios madrileños no apuntan a la reivindicación. Pero habrá que esperar a ver que tiene preparado, si es que tiene preparado algo, o todo queda en palabrería, en una mera maniobra para tapar el vacío dejado por su obsesión de los últimos quince meses, la pandemia.