Iguázel Elhombre: "La reflexión no cabe en una story de Instagram"

Zaragoza

El otro día, Belén Esteban decía en televisión que la docuserie de Rocío Carrasco había generado una brecha insalvable en el equipo del programa, entre los compañeros que la creían y los que dudaban de su testimonio. Manifestaba que nunca antes había ocurrido que ningún tema generase el clima áspero de bandos con el que ahora convivían. Me parece que la fotografía que realizaba la colaboradora mediática traspasa los paneles de cartón de su plató. Yo tengo la misma sensación. Ya no eres de izquierdas o de derechas por una suerte de posicionamientos vitales, sino que lo que más habla de tu ideología es si algún amigo tuyo ha dicho según qué cosa, o si te gusta un libro o te parece acertado el análisis que alguien cataloga como tibio. Una compañera quiso debatir conmigo sobre la “Ley Trans” hasta que escuchó mi opinión y, al no ser igual que la suya, se acabó el debate. Tiempos rápidos y furiosos. Para qué vamos a hablar, argumentar, debatir, enriquecernos con puntos de vista distintos, hacer espeleología con los matices. Para qué, si podemos etiquetar sin detenemos en profundizar. La reflexión no cabe en una story de Instagram.