Una reunión de futuro
El club y el Chacho se sentarán para intentar alargar el contrato del técnico en Vigo
Vigo
El Celta ha encontrado en el Chacho Coudet la horma a su zapato. Desde el Toto Berizzo el club vigués no había tenido un entrenador que generase tanta ilusión y con tan buen rendimiento. Eduardo Coudet llegaba a Vigo en noviembre para encarrilar el rumbo de un barco que iba a la deriva por tercera temporada consecutiva. Tras su primer partido, ante el Sevilla, el equipo caía a la última posición de la tabla. Su filosofía, su estilo de juego y su forma de tratar al futbolista rápidamente caló en la plantilla y los resultados fueron visibles. Un Celta, nuevamente reconocible, un Celta recuperando futbolistas y un Celta que a punto estuvo de obrar el milagro de meterse en la competición europea.
El Chacho es feliz en Vigo y el Celta es feliz con el Chacho. Están condenados a entenderse por el bien del club. Tiene contrato la próxima temporada pero la idea de todos es forjar las bases para un proyecto de larga duración. Un proyecto en el que el técnico argentino pueda tener poder de decisión y lo ha tenido esta temporada en la que le han traído a Solari y en la que Cervi, otra petición del míster, reforzará la plantilla.
Para poner las cartas sobre la mesa y hablar de la planificación de la temporada, el Chacho y el Celta, lo confirmaba el entrenador, se sentarán esta semana. Coudet quiere sentirse importante, quiere un proyecto ambicioso y lo quiere con el club vigués. En otras ocasiones y con otros entrenadores no hubo entendimiento. Ahora se espera que no se deje escapar a un entrenador que ha devuelto la ilusión al celtismo.