Dos acusados se enfrentan a 12 años de cárcel por atracar una sucursal bancaria
Otro presunto atracador será juzgado en la ciudad y se enfrenta a cinco años de prisión
Tras cuatro años desde el accidente se ha dictado sentencia. / Radio Vigo (Radio Vigo)
Vigo
La Fiscalía pide penas que suman casi 12 años de prisión para dos acusados de cometer un atraco en una sucursal bancaria de Vigo, y que intimidaron a una empleada y a un cliente, al que obligaron a entregar su libreta de ahorros para poder obtener su botín.
Los hechos ocurrieron el 8 de julio de 2019, cuando los dos procesados acudieron a una oficina de Abanca de la ciudad, ambos con la cara tapada (uno con un casco integral y otro con un casco de visera y gafas de sol).
Mientras uno de los atracadores se quedaba vigilando en la puerta de la sucursal, el otro se dirigió, armado con un cuchillo, a una empleada de la entidad, a la que exigió el dinero. Sin embargo, la cajera le dijo que, por cuestiones técnicas, no podía darle lo que pedía.
En ese momento, el otro atracador se encaró con un cliente que estaba saliendo de la oficina y, a empujones, lo obligó a entregar a la cajera dos libretas bancarias, con las que ella retiró 600 euros en efectivo.
En cuanto los atracadores consiguieron su botín huyeron de allí, y la empleada de entidad devolvió las libretas al cliente y anuló la operación.
Por otra parte, este martes también será juzgado en Vigo otro acusado de haber cometido un atraco en una sucursal de la ciudad. En este caso, el juicio se celebrará en la sala de lo Penal número 3.
Estos hechos se remontan al 21 de octubre de 2020, cuando este procesado entró en una oficina de Abanca de Vigo ataviado con una peluca, gorra y gafas de sol, además de la mascarilla. A continuación, se dirigió a una cajera y, apuntándola con una pistola, le exigió que le entregase el dinero y lo metiese en una bolsa de plástico que le dio.
La mujer llenó la bolsa con monedas y el atracador le recriminó que aquella cantidad era "una mierda" (192,28 euros), por lo que le exigió más dinero, mientras exhibía un cuchillo de grandes dimensiones. Ante el bloqueo de la empleada, otra trabajadora acudió a socorrerla y entregó al sospechoso otros 1.000 euros en billetes, que sacó del reciclador.
