"Sabíamos que nos iban a explotar, que lo que han perdido lo quieren recuperar"
Las camareras de piso del archipiélago ya notan la carga de trabajo tras reincorporarse. Señalan que no es suficiente personal, que al trabajo habitual hay que sumarle el protocolo de desinfección y que los hoteles deberían sacar a más empleadas del ERTE
Cadena SER
Palma
Las camareras de piso de Balears ya notan la carga de trabajo tras su reincorporación de cara a la temporada turística. Se quejan de que muy pocas han sido llamadas por los hoteles y no dan abasto. Toñi Martínez, con 31 años de experiencia, ha vuelto a la limpieza hace poca más de una semana y ya se esperaba el panorama que se iba a encontrar.
"Pensaba que era lo que iba a pasar. Hay muchísimo trabajo y falta gente", ha explicado. "Tenía que haber librado jueves y viernes, la gobernanta me dijo que no podía ser. Ya no pregunto ni por qué. Ya sé que es porque hay muchas habitaciones y necesitan que vaya", ha lamentado.
Toñi ha hecho alusión al asunto de los días libres, y es que, según han señalado en este colectivo, la estrategia de los hoteles es reincorporar al menor número de empleadas por si en días o semanas posteriores baja la afluencia de clientes. Si no es así, reclaman a quienes están dadas de alta para trabajar durante sus días libres y ya se los devolverán más adelante. Lo ha explica Cristina Pérez, otra camarera de piso que, en su caso, aún no ha sido llamada para trabajar.
"Sé de hoteles que lo están haciendo. Y no es legal, porque después de estar trabajando cinco días a más del 200% y que te digan «no, mañana tienes que venir, hazme el favor...»", ha relatado. "Mucho pedir «hazme el favor», pero las que están en ERTE, siguen en el ERTE, y las que están trabajando, están reventadas", ha criticado.
A esta carga de trabajo a la que aluden las empleadas hay que sumar dos factores más como son la "incertidumbre general", al no saber cómo se dará la temporada, y la "precariedad" que tienen las empleadas eventuales. Sara García, presidenta de Unión Kellys Balears, ha indicado que "no trabajan desde finales de temporada de 2019" y, si la demanda no es muy grande, "no volverían a hacerlo hasta verano de 2022".
"Somos unas 80.000 camareras de piso en las Islas. La mayoría son eventuales, que trabajan cuando el volumen es considerable y no basta con la plantilla del hotel", ha señalado. Ha añadido que "estas son las más afectadas porque no han tenido opción a trabajar ni a entrar en las ayudas de fijos discontinuos". "Decía el Gobierno que nadie quedaría detrás, pues no es verdad", ha lamentado.
Hasta el momento, y con ni siquiera dos semanas reincorporada, Toñi cuenta que está "reventada" y que solo podría solucionarse sacando a más personal del ERTE o de las ayudas a fijos discontinuos.
"Sabía que sería muy duro cuando volviéramos a trabajar, no solo por el protocolo COVID, sino porque sabíamos que nos iban a explotar, que lo que han perdido en este tiempo lo quieren recuperar", ha argumentado. "Es que no nos quitan habitaciones ni llaman a más compañeras. Hay un protocolo COVID, con una limpieza más a fondo, y vamos con la lengua fuera", ha criticado.
Por su parte, desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca han evitado pronunciarse concretamente sobre este asunto, señalando que "los establecimientos van abriendo paulatinamente a medida que tienen reservas y, en consecuencia, van incorporando plantilla progresivamente".
