Chicas en vilo
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Comentario Chema Caso 19.05.21
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Asturias
Las chicas de Teatro En Vilo, la fresca, lozana, talentosa compañía teatral de Noemi Rodríguez y Andrea Jiménez, con un sitio más que merecido en las alturas de la escena actual española, trajeron este pasado domingo al Jovellanos de Gijón Man-up, una soberana deconstrucción/ construcción del varón contemporáneo. Excelente y obligatoria función con los valientes Fernando Delgado-Hierro, Pablo Gallego Boutou, Alberto Jo Lee, Juan Paños y Baldo Ruiz, en un elenco completado por las directoras y dramaturgas y apoyado en una coreografía de bandera de Amaya Galeote para ese teatro físico, total, con el que nos tienen entusiasmados Jiménez y Rodríguez desde el primer montaje que les vimos en el Off del Niemeyer.
Una barbie aeroespacial, un vaquero, un duro del cine negro, un astronauta, un tenista y un oso blanco, tal vez no tan polar, exponen la estructura profunda de su constitución, lo que queda detrás y lo que va hacia adelante, supongo. El reproche de reflexionar, como lo hacía en origen el teatro ateniense, lo enuncia abiertamente uno de los personajes masculinos feminezándose o masculizando la tragedia. "Estoy harto de tanta autoficción".
El caso es que desde la recepción, entiéndase la platea de un Jovellanos siempre indisciplinado, maleducado incluso, y difícil, sobre un feminismo machichirulo, obsérvese es masculino, ¿quizá genérico?, más que hombres arriba, valientes, emponderardos, empoderados, ¿tal vez?, flotaban las woman-up. ¿Habremos de
mirárnoslo, chicas en vilo? Si de mi gusto dependiera, preferiría verlas enfrentándose a un texto a la clásica. Y a ver qué sale.