Ocio nocturno y botellón
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Comentario Carlos Prieto 18.05.21
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Asturias
El sector del ocio nocturno asturiano seguirá cerrado hasta que el 70% de la población esté vacunada. El Gobierno regional mantiene su firmeza en la lucha contra la pandemia y descarta suavizar las medidas para los locales con música amplificada y horario de madrugada. El problema es que las previsiones más optimistas hablan de que el 75% de los habitantes de la región tendrán, al menos una dosis, en julio. Faltaría la segunda para lograr la inmunización de grupo. Luego calculen ustedes que a este ritmo prácticamente hasta el final del verano no habrá ocio nocturno. Al tiempo, los contagios siguen cayendo, las hospitalizaciones también y las UVI están menos saturadas. Es decir, la situación mejora y la gente se anima al ver luz al final del túnel. Incluso el gurú de la pandemia, Fernando Simón, se atrevió a decir ayer que la mascarilla en determinados espacios puede tener los días contados. Pero para los locales de ocio nocturno será necesario una prevalencia de 25 contagios por cada cien mil habitantes. Siempre he defendido la política llevada a cabo por el Gobierno de Barbón desde que se inició la crisis sanitaria. Su trabajo y sus determinaciones me parecen ejemplares, pero en el caso del ocio nocturno permítanme que tenga mis dudas. Se acerca el final de curso, las fiestas estudiantiles, las celebraciones de los bachilleres, de la EBAU y de los universitarios. Llega el calorcito, la playa y el desenfreno. Pues nada, sinceramente, creo que es más sano tomar algo en un pub que cumpla todas las medidas sanitarias y establezca controles de aforo que los botellones que inundan las zonas de ocio, carbayeras y parques. En estos sitios no hay mascarillas, ni distancias ni ná de ná. Por tanto déjenme hoy romper una lanza a favor de la regulación de un ocio nocturno seguro frente a un botellón descontrolado. Porque nos pongamos como nos pongamos, los jóvenes van a salir. Y se lo digo yo, padre de dos adolescentes.