José Domingo, agricultor ecológico, rinde homenaje a los agricultores del siglo XX
"Aquella sociedad tenía equilibrio medioambiental"
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José Domingo, en su Eco Huerto Sax / J. Domingo
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Elda
En la sección “Hoy comemos…”, del programa Hoy por Hoy Elda Vinalopó, José Domingo, agricultor ecológico (ECO HUERTO Sax), rinde homenaje a los agricultores del siglo XX. A padres y abuelos, agricultores de los años cincuenta y sesenta. A muchos oyentes –lectores- este tema les remitirá a un paisaje familiar, el de su infancia y juventud, y a otros, más jóvenes, les descubrirá un mundo insólito, el que conocieron sus padres y sus abuelos. De esta sociedad, solo han pasado 70 años.
José Domingo, agricultor ecológico, recuerda a los agricultores del siglo XX
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Texto de Jose Domigo: Vida y agricultura de nuestros abuelos
La agricultura fue hasta la década de 1960 del siglo XX el soporte principal de la economía española. En una España rural y campesina en la que un 80 % vivía en el medio rural y de la agricultura, y un 20% vivía en las ciudades y de la industria, vivir de la agricultura era muy duro.
Sus herramientas eran manuales. Para poder realizar las tareas agrícolas como: preparar el terreno, abonar, airear, la poda o cosecha, como hacer composta, abonar, etc., necesitaban palas, azadas. No hace muchos años, aún se veían algunos caballos tirando de sus carretas, para desarrollar las diferentes actividades agrícolas: cabarrerias , burros, mulas y caballos ayudaban mucho en las diferentes labores agrícolas.
La tierra era principalmente secano, y donde había agua una huerta, como decía Labordeta, todo el campo estaba poblado, con caseríos y masías, que eran casi autosuficientes -Finca Laci, Casa Colora, La Vajol, Molino de la Reja- En la comarca había centenares de estos caseríos agrícolas y sociales.
Los principales cultivos de secano eran vid, olivo, almendros, cereales y frutales. También cultivos de regadío como: hortalizas, verduras, árboles frutales, maíz y alfalfa.
Todos compartían el trabajo, hombres, mujeres y niños. Aquella sociedad tenía equilibrio medioambiental y el hombre convivía en armonía con la tierra, el agua, los bosques, los animales, tanto domésticos como salvajes. Apenas se generaban residuos, se aprovechaba hasta la última peladura de patatas, y hasta los restos orgánicos. Se cuidaban los bosques. El monte bajo se utilizaba para calentarse y para los hornos, y los árboles proporcionaban madera, controlando su tala. No había casi incendios. Los Ríos y fuentes tenían el agua clara sin contaminar y los niños se bañaban en ríos, balsas y acequias, sin problemas. Con aquella agricultura se cumplía el refrán: "Agua corriente no mata a la gente ".
En casa de un agricultor había gallinas, conejos, cerdos, y hasta ovejas y cabras en muchos casos. Era el equilibrio perfecto medioambiental. Pues ni conocían ni usaban los herbicidas e insecticidas. Todo se reciclaba y se reutilizaba.
Si había desequilibrio social, mucho analfabetismo, pocas escuelas, escasos servicios médicos, no había pensiones etc. Cuando venía un ciclo de pocas lluvias y escasas cosechas se pasaba necesidad y hasta hambre. No es un tópico, que se iban al campo con un pan y un trozo de tocino.