0-0. Ibiza a un partido de tener fútbol de Segunda División

Ibiza

Queda un obstáculo más por sortear, solo uno, 90 minutos, quizás 120. Tocará sufrir de nuevo, pero sin sufrimiento no hay felicidad. La UD Ibiza se ha clasificado para la elininatoria final de ascenso a Segunda División, dejando fuera al filial del Real Madrid. No ha habido goles en el tiempo reglamentario, tampoco en la prórroga, pero los ibicencos siguen adelante por haber logrado la primera plaza en la fase de grupos. Nunca la isla de Ibiza ha tenido tan cerca la posibilidad de tener un representante en la categoría de plata del fútbol español. 400 aficionados ibicencos han arropado al equipo hoy y a buen seguro que serán muchos más el próximo fin de semana.

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El partido en el Nuevo Vivero de Badajoz medía estilos diferentes. La bisoñez y el talento de una plantilla muy joven que crece en una de las mejores canteras de España frente a un equipo más experimentado con más alternativas y variantes en su jujego.

Juan Carlos Carcedo no quiso experimentos en el once inicial. Nueve futbolistas son fijos si están sanos y en las otras dos posiciones fue a lo seguro, Pardo de medio centro defensivo y Kike López para reforzar la medular.

Raúl Gonz´lez, el entrenador del Castilla optó por tres centrales con dos carrileros largos, esperando algún destello de calidad de Arribas o el remate de Hugo Duro.

En los primeros 45 minutos apenas hubo opciones de gol y si mucha brega en la zona ancha y alguna que otra fricción. En las filas celestes solo una ocasión clara en un  saque de esquina que cabeceó Goldar, uno de los protagonistas del encuentro en las acciones a balón parado, pero este domingo en todos los casos con el punto de mira  desviado. El Ibiza tapaba bien todos los espacios y no dejaba maniobrar a los futbolistas de más calidad del Catilla pero a la UD le faltaba rapidez en la circulación y más verticalidad. Los porteros quedaron inéditos en el primer tiempo y de los delanteros no había noticias por su juego, en el caso de Hugo Duro su principal preocupación era la de buscar las cosquillas a los centrales celestes.

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Carcedo entendió tras el descanso que había que ser más agresivo y vertical y quitó a un pivote defensivo dando entrada a Ekain. Su equipo lo agradeció, el Ibiza empujó en la segunda parte y tuvo ocasiones para adelantarse y mereció romper la igualada inicial. La entrada del jugador vasco permitió adelantar unos metros la presión y tener más presencia en campo contrario por el gran despliegue que aporta Ekain no solo en ataque sino también en tareas defensivas recuperando balones.

Primero fue Davo en buena posición que no pudo precisar un centro dentro del área para que fusilara Ekain. Después Javi Pérez, algo escorado, se llenó de balón, tras un mal despeje de la defensa del Castilla y mandó la pelota a las nube. Goldar volviño a tener otro cabezazo franco en un córner peró tampoco acerto entre los tres palos y Davo tambien cabeceó de manera defectuosa cuando estaba en buena posición. 

Carcedo seguía buscando más desborde por fuera y dio entrada a Javi Vázquez por Kike López. Eran los mejores momentos ibicencos y el Castilla achicaba agua sostenido en defensa por el central Gila, un zaguero con mayúsculas.

Raúl entendió que había que arriesgar y quitó a un central para sacar a Peter y ese cambio fue bueno también para el Castilla porque empezó a generar juego por el costado derecho con la rapidez y desborde de Peter y la calidad de Arribas.

Pero el control del partido seguía siendo de la UD aunque el gol no llegaba y la tensión crecía. Javi Lara agotado por el esfuerzo era sustituido y el filial blanco tuvo en ese tramo de partido un par de acciones peligrosas, una de ellas con un centro de Arribas al que no llegó por un palmo Hugo Duro en boca de gol y de nuevo Arribas  llegó a la frontal tras una excelente acción individual pero su remate en buena posición se fue fuera.

A medida de que se acercaba el final del tiempo reglamentario subía la emoción y el sufrimiento. La tuvo de nuevo a balón parado el Ibiza con una falta de Javi Vázquez que despejó el portero del Castilla en el primer disparo entre los tres palos de todo el choque.

Se llegó a la prórroga con el cansancio haciendo mella en unos y otros. El Castilla  incorporaba atacantes y el Ibiza ponía muscula en la zona ancha con Sibo.  El Ibiza trataba de asegurar la posesión, con un imperial Javi Pérez, cortando jugadas y distribuyendo y llegando al área contraria. Un portento físico durante 120 minutos. El Ibiza forzaba saques de esquina pero no sacaba provecho. Tuvo cerca el gol, un autogol, tras un despeje defectuoso de Gila, pero lo pudo enmendar y el Castilla se asomaba al balcón del área, pero era todo fuego de artificio.

A medida que  se acercaba el final, el sufrimiento aumentaba. Los aficionados ibicencos se llevaron dos grandes sustos, primero wen un centro de Kenneth que no supo precisar cuando tenía a Latasa solo para empujar el balón y después Arribas remató al lateral de la red con el tiempo cumplido. Hasta el portero Fuidias subió a intentar el milagro en un saque de esquina, aunque la defensa ibicenca fue inexpugnable en el juego áereo.

Los últimos segundos se jugaron en campo del Castilla y con el pitido final estalló la alegria después de tantos nervios. La felicidad es saber disfrutar el presente.

El Ibiza estará mañana en el bombo. Ya conoce a dos posibles rivales, el Algeciras o el Amorebieta. De nuevo le vale el empate para que se cumpla el sueño de toda una afición y de la familia Salvo que apostó su dinero en un equipo de regional pensando en un futuro mucho más brillante.  Ya se sabe que ganar no es lo más importante, siempre que se gane.