Abogado de víctima de estafa: "Es una depredadora patrimonial"
Mario Garcia Oliva abogado del hombre a la que una trabajadora de un club de alterne estafó casi un millón de euros explica que había actuado antes con el mismo "modus operandi"
![Entrevista abogado sentecia estafa de 900.000 euros (12/05/2021)](https://cadenaser.com/resizer/v2/AVCSNOGL6VKD5FBDXT45VTOMBA.jpg?auth=a170e6a675203fcf5aa15517087771224caf5826ffe783a1c034a7158cc9d3e3&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
Entrevista abogado sentecia estafa de 900.000 euros (12/05/2021)
06:51
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Santander
En la Cadena Ser hemos hablado con el abogado del hombre al que una mujer de nacionalidad rumana y que conoció en el club de alterne donde trabajaba le llegó a estafar 922.000 euros. Según recoge la sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria que ha condenado a seis años de prisión a la mujer, ambos establecieron "una relación de íntima amistad".
Aprovechando esta relación de confianza y "consciente de que el hombre disponía de patrimonio", la acusada urdió "una serie de actuaciones con la finalidad de obtener la mayor cantidad de dinero posible de este".
Así, le fue pidiendo distintas cantidades "con justificaciones que no eran ciertas, como enfermedades, accidentes y situaciones familiares críticas, todas ellas situaciones extremas que requerían de intervención económica para poder solventarse y en especial para curarse".
Entre las situaciones "inventadas", la mujer le contó que debía operarse para una extirpación de útero, ovarios y reconstrucción de mamás, y también por un tumor cerebral, así como recibir tratamientos de quimioterapia y radioterapia. También le dijo que el dinero se encontraba en un banco de Rumanía y que había sido objeto de engaños y secuestros.
Cuando el perjudicado le solicitaba la devolución del dinero o le pedía explicaciones, la acusada "inventaba que había sufrido engaños por parte de su abogado en Rumanía para recuperar el dinero, o bien por el director del banco donde tenía el mismo".
En estos casos, narraba "situaciones de corrupción en su país" y le pedía más dinero "para poder recuperar la totalidad de lo adeudado, ya fuera para desbloquear las cuentas o porque se lo pedían terceros, como el director del banco o el abogado".
La sentencia explica que para que el hombre continuara entregándole dinero, la acusada "firmaba documentos de reconocimiento de deuda donde se contemplaban las excusas y finalidades narradas", ello "a sabiendas de la falsedad tanto del contenido de dichos motivos como la ausencia de voluntad de devolver ningún importe".
Con dicho ardid, recibió entre 2015 y 2017 un total de 922.000 euros, cantidad que el hombre obtuvo con la venta de tres inmuebles y con cinco préstamos que solicitó a un amigo y otros cuatro a entidades bancarias.
El abogado de la víctima, Mario Garcia Oliva ha explicado en la Cadena Ser que durante la vista ha podido acreditarse que años atrás, otro ciudadano presentó una denuncia en una comisaría en Málaga contra la misma mujer por unos hechos muy similares al haberle estafado 250.000 euros.
En la sentencia, conocida este lunes y contra la que cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, la Audiencia considera a la acusada autora de un delito continuado de estafa y, junto a la prisión, le impone una multa de 4.320 euros y el pago de una indemnización igual a la cuantía defraudada (922.000 euros).
Garcia Oliva asegura que en la práctica la acusada no devolverá ni un sólo euro a la victima ya que no tiene ninguna propiedad a su nombre ni ninguna cuenta corriente. Además, defiende que según ha podido saber recurrirá ante el Superior de Justicia de Cantabria y previsiblemente ante el Supremo dado que se le ha asignado un abogado de oficio y tiene derecho a una defensa gratuita.
A la hora de fijar la condena, se ha tenido en cuenta la cuantía defraudada, la situación en la que ha dejado al perjudicado y la reiteración de los actos, así como "la ficción especialmente reprochable de fingir una amistad íntima, de conseguir que este creyera que se trataba de una relación de especial confianza, y todo ello con el único objetivo de conseguir su criminal propósito".
A la hora de valorar la prueba practicada, el tribunal no ha dado veracidad al testimonio de la acusada, quien dijo que el perjudicado le entregaba el dinero "por propia voluntad", que estaba destinado a sufragar "sus cosas" y que aquel nunca preguntó para qué lo quería.
Para la Audiencia, esta versión "resulta sorprendente para el sentido común", y además "no puede ser tenida por cierta" pues en su declaración en fase de instrucción sí habló de una intervención quirúrgica en Rumanía por un cáncer de pecho, sin poder recordar ni el médico que la atendió ni el tratamiento que recibió.
Se trata de una "contradicción de suficiente entidad como para dubitar de su testimonio impide que sea creíble", señala la sentencia, que considera, por el contrario, las declaraciones prestadas por el hombre "han resultado verosímiles, coherentes entre sí y con el resto de lo actuado y no resultan desvirtuadas por elemento alguno".
En este sentido, señala que han sido corroboradas por la testifical de dos personas que comparecieron en el juicio -el hermano del perjudicado y el amigo que le prestó dinero - y también por la prueba documental aportada -conversaciones de mensajería móvil y documentos de reconocimiento de deuda-.
Además, a través de estos mensajes se acredita "la insistencia" de ella y la exigencia de más dinero para recuperar lo ya prestado "bajo la amenaza de no recuperar el resto, apelando siempre a la confianza que en ella tenía que tener".
Cuando la condenada "tuvo la convicción de que no iba a obtener más beneficios económicos, rompió toda relación con el perjudicado y desapareció de su lugar de residencia habitual".