El Alavés sentencia al Elche tras derrotarle por 0-2 en el Martínez Valero
La permanencia se pone casi imposible tras un partido en el que no salió nada
Un momento del Elche-Alavés jugado en el Martínez Valero / Sonia Arcos
Elche
El Elche C.F. ha puesto un pie y medio en Segunda División tras perder 0-2 en el Martínez Valero ante un Deportivo Alavés de Javi Calleja que ya tiene al alcance de la mano la salvación.
Los ilicitanos no estuvieron a la altura en una cita de la máxima exigencia. No salió nada. Ni el planteamiento del técnico, Fran Escribá, ni la interpretación de los futbolistas que se vieron superados en todo momento por un rival con más calidad y determinación.
A pesar de todo el Elche pudo adelantarse en el marcador en el minuto 10. Josan puso un centro desde la derecha y Lucas Boyé se inventó un remate precioso de tacón al que respondió con una gran parada Pacheco. En el 21 Luis Rioja, el mejor del partido, remató al palo.
Guido Carrillo respondió con un cabezazo y de nuevo Fernando Pacheco atajó con seguridad. A cinco minutos del descanso un jugadón de Rioja lo remató Joselú para firmar el 0-1. Un mazazo que tuvo su prolongación en el 54 con el 0-2 de Luis Rioja a pase de Joselu. Entre los dos llevaron de cabeza a la defensa franjiverde y sentenciaron al Elche.
Boyé puso a prueba de nuevo a Pacheco que detuvo un cabezazo del argentino y los ilicitanos reclamaron un penalti por manos en el área del Alavés. Una acción que ni siquiera fue revisada en el VAR por el colegiado astuariano González Fuertes. ¿Cuál es el criterio para sancionar unas manos y otras no? Es el lío sin fin en el fútbol nacional esta temporada.
Al Elche se le pone casi imposible la salvación. Se esfuma el sueño de la afición ilicitana de disfrutar un año más de la Primera División. Todo salió mal desde el principio. Justo desde que el propietario del Club, el argentino Christian Bragarnik, decidió no renovar a Pacheta. Ya tenía un gran entrenador, pero se empecinó en no renovarle. Y además, sólo hubo dos semanas para confeccionar la plantilla.
En esos días de agosto se gestó el fracaso. Bragarnik debe tomar buena nota de todo ello. El balón es redondo en Sudamérica y en Europa, pero el fútbol tiene sus matices a un lado y a otro del charco. Su primer año y medio en el Elche ha sido un máster intensivo. Seguro que sabe mucho de fútbol, pero nunca se acaba de aprender.
Escribá reconoció tras la derrota que "únicamente sumando los 6 puntos que nos quedan por jugar tendremos alguna opción. Cuando las cosas salen mal cualquier análisis sirve. Sólo podemos pedir disculpas a la afición por no haber dado la talla, pero nuestra obligación es entrenar fuerte y pelear en Cádiz el domingo para llegar con opciones a la última jornada".
