Marcos Garcés: "Cómo cambiar el clima político"

Teruel

Hace un par de semanas en una entrevista en "El País", el economista Jeremy Rifkin decía que era cuestión de voluntad política girar de rumbo para frenar el cambio climático, y tiene toda la razón, pero es que precisamente ese es el problema. Al hilo de esto me acordé de una profesora que, en primero de Bachillerato a una compañera que decía que pasaba de la política, le argumentaba que le gustara o no, un altísimo porcentaje de su vida dependía de ello. Y creo que estos tiempos son ideales para darse cuenta.

Ahora que hemos descubierto que, como casi todo en la vida, las vacunas tienen efectos secundario, quizás deberíamos poner, como mínimo, la misma atención en otros efectos secundarios, como los de este panorama político y algunos pirómanos que hay metidos a representantes públicos, ya que hay discursos, lenguajes y acciones políticas que tienen un altísimo porcentaje de generar enfermedades sociales.

En este caso es voluntad de todos girar de rumbo para frenar este clima político.