Una vecina de Cambados acepta 10 años de prisión por prender fuego a la casa de sus padres con ellos dentro
"Mi mayor condena es mi conciencia por lo que provoqué", dijo la acusada al Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra tras haber aceptado una condena de 10 años de prisión como autora confesa de un delito de incendio y dos delitos de asesinato con alevosía en grado de tentativa.
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Exterior de la Audiencia Provincial de Pontevedra / Cadena SER
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Pontevedra
El juicio se resolvió mediante un acuerdo de conformidad. La acusada reconoció que planta fuego adrede su casa, con sus padres dentro, con la intención de matarlos. El Ministerio Fiscal pedía inicialmente 20 años de prisión, pero finalmente ha reducido la petición de pena a la mitad. En este caso concurre respecto de todos los delitos la circunstancia mixta agravante de parentesco y la atenuante de confesión.
La procesada se ha mostrado arrepentida por estos hechos que cometió cuando estaba 'profundamente deprimida' y también ha dicho estar dispuesta a abonar el dinero reclamado como indemnización. Su abogado también ha indicado al tribunal que el padre de la acusada ya ha fallecido, pero 'su madre le ha perdonado' y mantienen contacto a través de la familia y por correspondencia.
La Fiscalía también ha retirado la solicitud de una pena prohibición de aproximarse a una distancia de 300 metros a su madre, a su domicilio o cualquier otro lugar frecuentado por ella y la de comunicarse con ella directa o indirectamente por cualquier medio. Inicialmente pedía que se le impusiese esta prohibición por tiempo superior en ocho años a la pena de prisión impuesta.
Los hechos sucedieron en julio del año 2019 en la casa común que ocupaban en Corvillón. Según el escrito de acusación, a las seis y media de la mañana y aprovechando que sus padres estaban durmiendo, la acusada prendió fuego en dos puntos de la casa, uno su habitación en la que había apilado ropa, papeles y libros para asegurar la propagación del incendio, y el otro en la planta baja donde había leña y un colchón.
Ella huyó del lugar mientras sus padres, alertados por el olor a humo, despertaron y pudieron abandonar la casa a tiempo, mientras los servicios de emergencias se encargaban de sofocar las llamas que dejaron la casa prácticamente destruida en su totalidad. De hecho, tuvo que ser apuntalada para evitar su derrumbe.
La hija apareció a las nueve menos cuarto de la mañana en el cuartel de la Guardia Civil declarando ser la autora de los hechos.