Los que se levantan con el pie derecho
Comentario inicial de David Perdomo, en 'Hoy por Hoy Las Palmas'.
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Los que se levantan con el pie derecho
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Las Palmas de Gran Canaria
El escritor japonés Haruki Murakami dijo una vez: "las buenas noticias, en la mayoría de los casos, se suelen dar en voz baja". Parece que a los periodistas nos da reparo contar cosas buenas, como si ustedes se fueran a enfadar o dejar de oirnos por decirles que, a veces, en la vida suceden cosas agradables. Pues hoy nada de callarnos, vamos a cambiar la tónica habitual. Lo voy a decir, en ocasiones, y más de las que creen, hay gente maravillosa haciendo cosas buenas. Gente que ayuda a otras personas sin esperar nada a cambio, que se levantan por la mañana con el pie derecho, que por mucho loco que se encuentren en la carretera sólo tocan el claxon para evitar un accidente. Que te dejan pasar antes en la cola del supermercado si sólo vas a comprar un par de artículos. Que te sonríen pese a que llevan la mascarilla puesta y que te dan los buenos días sin conocerte. ¡Incluso hay mucha gente que te da las gracias y pide las cosas por favor!.
Gente que consigue cosas buenas, no sólo para ellas sino para el resto. Y que se quedan silenciadas por la pandemia, la crisis, el paro, los culebrones políticos y toda el malrollismo que suele ser noticia y que ocupa las portadas de los periódicos. Así que hoy nos hemos propuesto empezar por esa gente que normalmente se queda relegada a un breve en un suplemento dominical o a un comentario rápido de la radio. Gente como, por ejemplo, Neftalí y Dani. Dos jóvenes, de la Isleta, que hace unos días decidieron mejorar su barrio. Recogieron basura en una zona apartada del Confital. Llenaron unas diez bolsas de jeringuillas, colillas, hierros y basura que algunos, los que suelen ser los protagonistas de las noticias malas, han tirado durante años en esta zona.
¿Y por qué lo hicieron? Pues porque sí. Porque hay gente estupenda, como ellos. El problema es que muchas veces no contamos las cosas que hacen o, como dice Murakami, las solemos dar en voz baja. Así que por justicia, y para que otros sigan su ejemplo, hoy alzamos la voz, para darles las gracias y pedirles, por favor, que no cambien nunca.